Si reprimes tus emociones, deberías leer esto

Todos lo hacemos. Reprimimos nuestras emociones cuando tenemos que hacer frente a una ruptura, a algo malo que nos ha dicho alguien o cuando simplemente tenemos miedo de mostrar nuestra verdadera naturaleza.

Sea cual sea el motivo, reprimir tus emociones puede tener graves consecuencias para tu salud general y puede interferir en tu capacidad de expresarte. Reprimir significa crear inconscientemente múltiples personalidades para cada ocasión e ignorar tus verdaderos sentimientos y deseos.

Si descuidas constantemente los deseos de tu cuerpo de expresarse, acabará por adormecerse. Debes dejar de ocultar tus verdaderos sentimientos porque, si no lo haces, se quedarán atascados en tu cuerpo y no podrás relajarte hasta que los digieras o te deshagas de ellos.

Para evitar que esto ocurra, debes escuchar a tu mente y a tu cuerpo y actuar en consecuencia.

1. No finjas que has superado a alguien cuando no es así.

Grita. Grita. Llora hasta el fin de los tiempos si lo necesitas. Pero no finjas que estás bien cuando en realidad no lo estás.

Para superar a alguien, tienes que aceptar la situación y entender por qué ocurrió. Una vez que lo entiendas, será más fácil superarlo. Tu mente se centrará en el presente y no en los acontecimientos pasados llenos de dolor y pena.

No tengas miedo de mostrar tu verdadero yo, porque no hay nada malo en sentir dolor. No debes avergonzarte de tus sentimientos.

Deberías abrazarlos y mostrarlos con orgullo a todo el mundo. Engañar a los demás no significa que puedas engañarte a ti mismo.

Puedes asegurar a los demás que has superado a alguien, pero difícilmente te lo creerás tú mismo porque eres la única persona que conoce la auténtica verdad.

2. No pongas cara de valiente cuando tengas que enfrentarte a algo que te intimide.

Tanto si se trata de una entrevista de trabajo como de una cita con alguien que te gusta de verdad, no hay necesidad de ocultar tu ansiedad o la emoción que conlleva. No finjas que no es un gran problema porque lo es.

Si tu mente actúa como si fuera una gran cosa, entonces realmente lo es. No tengas miedo de mostrar tu lado vulnerable de vez en cuando porque sólo eres humano.

Que sepas que no tienes que mostrar tu atrevimiento todo el tiempo. Está totalmente bien estar ansioso y nervioso antes de un gran acontecimiento en tu vida.

Eso es lo bonito de la vida. Así que no te molestes en poner una cara valiente sólo para mostrar a los demás lo fuerte que eres.

Por el contrario, la verdadera fuerza está en expresar tus verdaderos sentimientos.

3. No actúes con indiferencia cuando por fin consigas lo que has esperado.

No te hagas la desentendida cuando por fin te mande un mensaje. Dios sabe cuánto tiempo has esperado para que eso ocurra, así que no finjas que no es un gran problema.

¡Sí, lo es!

Por fin te ha mandado un mensaje de texto y deberías estar muy contenta por ello. No te avergüences de tus sentimientos hacia él porque admirar a alguien es algo hermoso.

Te lo debes a ti misma. Cuando por fin consigas lo que tanto has esperado, deberías estar orgullosa de ti misma por haber sido paciente. Deberías gritar de felicidad porque te lo mereces.

Hacerte el remolón sólo matará la alegría de vivir y lo sabes. Así que sé fiel a ti mismo.

4. No tengas miedo de defenderte cuando alguien te falte al respeto.

Si alguien te falta al respeto, no finjas que no estás furioso por ello. Hay muchas formas decentes de decirle a esa persona que se vaya a la mierda.

No finjas que no lo has oído, porque si lo haces, te dará por sentado y pensará que puede hacer lo que quiera. No te quedes callada.

Es mejor decirles inmediatamente si te han tratado mal de una manera u otra que contemplarlo durante los dos meses siguientes. De ese modo, dejas que te destruya.

No tengas miedo de defenderte porque nadie más lo hará. Eres el artífice de tu propia felicidad.

5. No tengas miedo de pedir lo que realmente quieres.

Si te ofrecen una relación casual y tú buscas compromiso, ¡dilo! No finjas que estás bien con ser casual o con ser sólo amigos cuando lo quieres tanto para ti.

Si quieres que deje de manipularte, ¡dilo!

Si quieres que te envíe mensajes de texto con más frecuencia, ¡dilo!

Si crees que te mereces algo mejor, ¡lucha por ello!

No aguantes menos sólo porque tengas miedo de pedir lo que realmente quieres. Muestra tu verdadera naturaleza.

Exprésate.

No tengas miedo de mostrarles quién eres realmente, porque deberían quererte por lo que eres, y no por lo que quieren que seas.