Una alfa sabe exactamente lo que quiere, cómo lo quiere y no se disculpa por ello. Cree que sus actitudes son correctas, pero no es una niña testaruda que seguirá imponiendo su opinión pase lo que pase.
Una mujer alfa es razonable y justa. Una verdadera mujer alfa mirará ambos lados antes de tomar una decisión. Es fiel a sí misma.
Todas las mujeres quieren ser ellas y los hombres quieren salir con ellas. Y como siempre, los que odian van a odiar sobre todo porque se sienten intimidados por ellas y creen que los alfas son mejores que ellos en la mayoría de las cosas.Pero la elección depende de ellos.
O bien pueden odiarlos en silencio y no hacer nada al respecto, o bien pueden intentar esforzarse más y ser mejores porque…
No se nace alfa. Te conviertes en un alfa.
Los alfas son líderes. Algunas personas nacen con liderazgo y otras no, pero eso no significa que no puedas cambiar. Cambiamos a diario. Nuestras experiencias, buenas y malas, tratan de enseñarnos lecciones que podemos aprender para ser cada vez mejores. Pero, sólo si queremos hacerlo.
Lo más probable es que, si estás leyendo este artículo, seas de hecho una mujer alfa, pero no obstante, lee estas señales y compruébalo:
1. No tienes miedo de estar sola
No te aterra la soltería porque eres consciente de que tú eres la persona que más importa en tu vida y no necesitas a un hombre para sentirte importante. No vas a estar rota y llorar el resto de tu vida si te deja. Te va a doler porque eso es normal, pero no por mucho tiempo.
Te vas a levantar y vas a seguir con tu vida. Tal vez te pongas al día con la lectura, empieces un hobby o pruebes algo nuevo que llevas tiempo deseando. La cuestión es que la vida sigue y tú también.
2. Asume tus errores
No eres testarudo y si cometes un error, lo reconocerás. Lo admitirás porque eso es lo que hacen las mujeres fuertes. Dicen cuando se equivocan. Mucha gente tiene una opinión equivocada cuando se trata de mujeres alfa. Creen que los alfas son incapaces de admitir un error o de disculparse.
Pero, la verdad está muy lejos de eso. En realidad, los alfas se sienten tan cómodos en su piel que no es un gran problema admitir que se han equivocado. Son así de maduros y por eso son tan jodidamente increíbles.
3. Son muy completos y lo saben
Puedes hacer prácticamente de todo y todos tus amigos te llamarán primero a ti antes de llamar a cualquier otro cuando tengan un problema. Desde las urgencias de fontanería hasta las de manicura, eres la chica a la que hay que llamar.
No es que seas una sabelotodo que mete la cabeza en los asuntos de todo el mundo. Es que estás dispuesta a aprender y no tienes miedo de ensuciarte para hacer el trabajo.
4. Llamas a las cosas por su verdadero nombre
Un verdadero alfa llama a las cosas por su nombre. No hace la vista gorda ante las cosas que no quiere ver. Se enfrenta a todos sus problemas porque no tiene miedo de afrontarlos.
Sabe que los resolverá porque intentará encontrar la mejor solución. Nunca se rinde. Así que, si un chico quiere estar con ella, tiene que ser un hombre y empezar a enfrentarse a la realidad tal y como es, como hace ella.
5. Eres un jugador de equipo
Aunque eres más que capaz de hacer las cosas por ti mismo y no necesitas la ayuda de nadie, cuando es necesario el trabajo en equipo, estás dispuesto a ello. Sabes cooperar con los demás y escuchar lo que todos tienen que decir.
Siempre apoyas a tus compañeros de equipo y les cubres las espaldas si ocurre algo malo. Todos matarían por tenerte en su equipo.
6. Eres consciente de que no lo sabes todo
No eres un sabelotodo y no actúas como tal. Sabes que siempre hay espacio para aprender cosas nuevas. La gente aprende cosas nuevas durante toda su vida.
Siempre aspiras a aprender cosas nuevas y por eso eres consciente de que no lo sabes todo y esto es lo que te salva de ser arrogante.
Sabes que puedes aprender de los demás, y por eso les dejas que te guíen, porque aunque tú seas bueno, no significa que nadie más pueda tener la oportunidad de intentarlo.
7. Nunca te rindes
Sabes que las cosas no se acaban hasta que tú lo dices. Mientras sigas luchando por lo que quieres, existe la posibilidad de que lo consigas. Y aunque no lo consigas, no te rendirás. Lo intentarás una y otra vez hasta que lo consigas. Esa es tu mayor cualidad.
Todos los días me enfrento a aquello que llaman «amor». Mi nombre es Vanesa y conectaré contigo a través de todos mis textos.