Las mujeres que están solteras durante más tiempo acaban siendo más felices consigo mismas, con su vida y sus relaciones, y por defecto, con sus matrimonios.
Tienen tiempo para ver las cosas con más claridad; las cosas que hace la gente de su entorno y que ellas harían de forma diferente en la misma situación.
Aprenden de los errores de los demás, así como de los suyos propios, y llevan una vida más productiva. Han tenido la oportunidad de conocerse realmente a sí mismos y de llevarse algunas valiosas lecciones.
Hablo por experiencia. Una vez fui una de esas «mujeres eternamente solteras». Realmente prosperamos en la vida y en el amor. Y es sobre todo por las cosas que hemos aprendido mientras todos los demás se casaban:
La vida de soltero tiene sus ventajas, pero también puede ser muy solitaria. Es fácil caer en la trampa de conformarse con cualquiera por ello.Nuestro deseo de cercanía y conexión puede ser realmente fuerte.
Pero deberíamos esperar y ver las cosas de forma más racional. Es mejor estar solo que mal acompañado. Es mejor vivir en paz que subirse a una montaña rusa emocional.
No debemos conformarnos con relaciones mediocres y un compromiso a medias sólo porque estemos cansados de estar solos. Sólo conseguiremos que todo sea peor y, esencialmente, que nos duela más a largo plazo.
Conocer a un chico bueno y decente hoy en día es como si te tocara la lotería. Esos tipos se han vuelto tan raros que es casi como si fueran una especie en peligro de extinción.
En mi colorida vida de citas, conocí a muchos chicos que no merecían mi tiempo. Me hacían perder el tiempo, me daban largas y, a veces, me daban ganas de dejar de salir.
Sin embargo, también me enseñaron valiosas lecciones. Me enseñaron lo que no quiero y lo que no debo tolerar. Me enseñaron que debo esperar algo mejor que ellos.
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Si te casas y no eres feliz con lo que eres, estás destinado a ser miserable. He visto esta situación más veces de las que puedo contar.
Supongo que algunas mujeres piensan que una relación estable o un matrimonio las hará completas. Así que se olvidan de sí mismas. Dejan de lado sus sueños y ambiciones.
Cumplir tus sueños y tener una relación feliz no deberían excluirse mutuamente. Hay espacio para ambos, y nunca, bajo ninguna circunstancia, debes renunciar a tus sueños.
Las relaciones van y vienen, los matrimonios a veces se deshacen, pero los verdaderos amigos están contigo para siempre. Tener unos buenos amigos en tu vida no tiene precio.
Estarán a tu lado en las buenas y en las malas. Son las rocas y los sistemas de apoyo del otro, y eso no se encuentra en cualquiera. Los grandes amigos mejoran la vida del otro.
Aunque tus amigos se casen antes que tú, no los perderás. Siguen siendo una gran parte de tu vida, con algunos pequeños ajustes y adaptaciones. Quien diga lo contrario es un mentiroso.
Aprender a poner una sonrisa en tu propia cara debería ser uno de tus primeros objetivos en la vida. No puedes confiar en nadie más para que te dé la felicidad, ni es su trabajo. Todo eso está en tus manos.
Las personas cuya única fuente de alegría en la vida es su pareja se vuelven codependientes. Dependen de su pareja para todo, y la relación se vuelve insana. Tarde o temprano, este tipo de relaciones terminan.
Por tanto, construye tu vida independientemente de tu pareja. Deja que sea él quien se sume a tu felicidad, no quien la cree. Sólo así tendrás una relación y un matrimonio felices y sanos.
Creo que la mayoría de nosotros somos culpables de silenciar esa vocecita que llevamos dentro cuando nos dice algo que no queremos oír. Vamos en contra de nuestro mejor juicio, y normalmente acabamos llorando.
Todos tenemos que prestar más atención a esa vocecita que llevamos dentro y confiar en nuestras tripas: normalmente nunca fallan.
Empieza por ti misma. Construye tu confianza. Encuentra algo que te apasione y empieza a construir una vida de la que estés orgulloso.
Casarse o entablar una relación no cambiará el hecho de que estés insatisfecho con tu vida o contigo mismo. Sólo empeorará las cosas.
Si tu visión del matrimonio es que está destinado a resolver tus problemas, pronto descubrirás que no es cierto. Sólo te volverás más amargado e insatisfecho porque no verás la salida.
Lo que ocurre en la cama es el fiel reflejo de nuestra vida externa a ella. La especialista Erica nos cuenta algunos trucos y consejos.