Los fracasos y las decepciones forman parte de nuestra vida, pero es importante la forma en que la gente los afronta. Algunas personas se limitan a ignorar los problemas que tienen, sin pensar demasiado en ellos, pero otras se pasan días pensando en lo que salió mal. Y por mucho que intentes evitarlo, habrá momentos en tu vida en los que la gente te decepcionará. Sólo tienes que decidir si merecen tus lágrimas y tu dolor. Así que, para todos los que habéis sido golpeados por la vida y dejados a merced de otras personas, aquí tenéis algunos consejos útiles sobre cómo volver a levantaros.
Las cosas malas no desaparecerán si cierras los ojos ante ellas. Por eso debes afrontar la verdad y admitirte a ti mismo que lo has pasado mal en tu vida. Cuando la gente te decepciona, es importante demostrarles que, por mucho que se esfuercen, nunca te verán caer. Hagas lo que hagas, no niegues que el problema existe e intenta resolverlo cuanto antes. Si te tomas un tiempo para pensarlo, será demasiado tarde y olvidarás lo que querías decir a las personas que te hicieron daño.
Si surge un problema, no puedes fingir que todo está bien. Está totalmente bien llorar y preguntar al universo por qué demonios te han ocurrido todos esos problemas y por qué esas personas que pretendían ser tus amigos te han decepcionado. Si te saltas esta etapa, nunca encontrarás el sentido de tu vida. Nunca podrás responderte a ti mismo por qué no te defendiste cuando la gente te hizo daño.Al final, estarás triste y enfadado contigo mismo por no haber hecho algo para cambiar tu vida.
Vale, la gente te hace daño, pero ¿y qué? No será la primera ni la última vez que alguien lo haga. Que se jodan. En lugar de hacerte la víctima, vuelve a ponerte en pie y sigue viviendo tu vida. No puedes pasar el resto de tu vida pensando en todas esas personas malas que te rodean y que te hicieron daño. Cuanto más tiempo les dediques, peor te sentirás. Así que déjalo estar, ¿vale? Es cierto que te pasó algo malo, pero al menos ahora sabes quiénes son tus verdaderos amigos y quiénes sólo fingieron serlo para conseguir lo que querían.
Hagas lo que hagas, no te culpes por las cosas malas que te han pasado. Tal vez el motivo de la pelea con tu mejor amigo no seas tú, sino ellos, y tal vez no esté previsto que los dos sigáis siendo amigos. Debes saber que una vez que pierdas algo, habrá algo mucho mejor esperándote. Así que no mires atrás y deja el pasado donde debe estar. Sólo entonces encontrarás la paz que te mereces.
A veces la gente piensa que no es el problema en alguna pelea o situación mala que le haya ocurrido. Pero antes de señalar con el dedo a otra persona, tómate un tiempo y piensa en todo lo que hiciste en esa situación. Piensa si te esforzaste lo suficiente en las cosas que significan mucho para ti o si simplemente te dejaste llevar por la corriente, pensando que otra persona se encargaría de tus problemas. Como ves, la vida es un asunto serio y debes tener mucho cuidado con lo que dices, lo que haces y, a veces, lo que piensas. No olvides que tus acciones pueden afectar a los demás y pueden hacerles daño aunque no fuera tu intención.
Cuando la gente te decepciona, hay muchas cosas que puedes aprender de ello. Por ejemplo, puedes aprender que nunca debes revelar tus secretos más oscuros a alguien que acabas de conocer o que no debes encariñarte tan fácilmente porque la gente puede hacerte daño. Algunos podrían estar celosos de tu vida y harían cualquier cosa para hacerte sentir miserable. Así que, cuando cualquier tipo de relación termine, míralo como un nuevo comienzo. Sigue adelante y empieza de nuevo desde cero. Sólo entonces estarás realmente satisfecha y sabrás que hiciste todo lo que estaba en tu mano para ser feliz.
Cuando alguien te decepcione, no reacciones inmediatamente. Tómate un tiempo para analizar el problema y tratar de encontrar una solución. Y por favor, descansa de todo lo que has pasado durante todo este tiempo. Aléjate de la gente y de los lugares conocidos y tómate un tiempo sólo para ti. Cuando la gente está sola, tiene más tiempo para pensar en lo que quiere en su vida. No quieres limitarte a complacer a los demás sin saber lo que vas a hacer con tu vida. Para amar a otra persona o ayudar a otra persona, primero tienes que ayudarte a ti mismo. Y la mejor manera de hacerlo es estar solo.
Si alguien muy especial para ti te ha decepcionado, intenta no pensar en él. Sé que es muy difícil, pero por eso tienes que crear una distracción. Por tanto, haz algo que no hayas hecho desde hace tiempo, algo que te haga feliz. Sal con tus amigos y disfruta de la vida como si no hubiera un mañana. La vida es demasiado corta para desperdiciarla con gente sin importancia y cuanto antes te des cuenta de ello, mejor será tu vida. Una vez que pasen todos esos días malos y por fin puedas ver el cielo sin nubes, estarás orgulloso de ti mismo porque hiciste algo bueno por ti cuando más lo necesitabas. Y al final, eso es lo que más importa.
Todos los días me enfrento a aquello que llaman «amor». Mi nombre es Vanesa y conectaré contigo a través de todos mis textos.