El estrés es un problema serio y, tanto si está causado por el trabajo como por problemas de salud, afectará negativamente a tu relación de diversas maneras. Los efectos del estrés son insidiosos. Hace mella en tu salud física, emocional y en tu relación, probablemente más de lo que crees.
Muchas cosas pueden sufrir a causa del estrés, como tu carrera, tu familia, tus amigos e incluso tu vida sexual. En lo que respecta al sexo, el estrés es uno de esos problemas extraños que no sólo pueden afectar a tu vida sexual, sino que también pueden aliviarse practicando sexo.
Por eso, a pesar de tus mejores intenciones y de que tu relación es perfecta, te encuentras deprimido en el dormitorio.
Si te ocurre esto, estas 5 señales podrían indicar que el estrés está haciendo mella en tu vida amorosa:
1. No duermes lo suficiente
Una noche de insomnio no sólo puede afectar a tu rendimiento en el trabajo al día siguiente, sino que también empañará las vibraciones en tu dormitorio.
Si sientes que algo va mal en el dormitorio y que no es lo mismo que antes, lo más probable es que el estrés te esté robando el sueño adecuado.
Está científicamente demostrado que, en el caso de los hombres, la falta de sueño disminuye significativamente los niveles de testosterona, lo que se traduce en una falta de deseo sexual.
2. Mala imagen corporal
Una mala imagen corporal puede suponer un serio obstáculo para tu relación y tu vida sexual. El estrés es uno de los principales desencadenantes de una mala imagen corporal, y teniendo esto en cuenta, a menudo es bastante difícil encontrar el deseo de arrancarse la ropa y meterse en la cama con tu pareja.
Una mala imagen de sí mismo equivale a menos sexo, y menos sexo conlleva problemas en la relación. La mayoría de las veces te estás preocupando por nada, pero aunque hayas ganado involuntariamente unos kilos, o te hayan salido unos granos en la cara, no es algo por lo que debas estresarte, porque si tu pareja se preocupa por ti, no le importará en absoluto.
3. Las habilidades comunicativas se van al garete
El estrés impedirá tu capacidad de concentración y fomentará el pensamiento negativo. Te volverás malhumorado y no serás capaz de hablar con nadie, incluida tu pareja.
Normalmente, cuando estáis a solas sólo hay dos situaciones: o estáis discutiendo por algo o hay un silencio sepulcral en la habitación.
Con el tiempo, te cansas cada vez más de hablar y discutir con tu pareja y empiezas a reprimir tus pensamientos y emociones.
Si sientes que no quieres hablar con tu pareja, que evitas su compañía y rechazas todas las oportunidades de intimar, necesitas encontrar formas más eficaces de afrontar el estrés.
4. Beber en exceso
No es algo nuevo escuchar que la gente utiliza el alcohol para escapar de algo. Al igual que los cigarrillos, el alcohol también es conocido como un antídoto contra el estrés.
Pero no estamos hablando de tomarse una o dos copas, sino de botellas que escondes de tus amigos y familiares. Hay que considerarlo como un asunto serio, porque el consumo excesivo y prolongado de alcohol es un problema grave.
En lo que respecta a tu vida amorosa, es sabido que el alcohol puede ayudarnos a relajarnos, pero tomar demasiado puede crear mal ambiente y, sin embargo, te quitará el rendimiento.
Para los chicos, puede ser difícil conseguir una erección, mientras que el alcohol puede embotar el sexo para las mujeres, haciéndolo menos placentero. Todo ello dará lugar a un sexo pésimo, doloroso y sin placer, que nadie quiere.
5. Cuestiona a tu pareja y tu relación
Cuando estamos estresados, es más probable que veamos a nuestra pareja y a nuestra relación de forma negativa, y que ni siquiera seamos conscientes de que la causa es el estrés. Y no sólo cuestionas tu relación cuando no eres agradable, sino que tu pareja también empezará a cuestionarte a ti.
¿Quién quiere irse a la cama con alguien cuyos sentimientos y frustraciones te abruman?
Tú y tu pareja sufrís porque os sentís estresados, así que relájate, respira hondo y pregúntate si merece la pena. ¿Merece la pena preocuparse tanto, estar en constante estrés y complicaros la vida a ti y a tu pareja?
Báñate, haz ejercicio y báñate con tu pareja: tu vida amorosa lo agradecerá.
Todos los días me enfrento a aquello que llaman «amor». Mi nombre es Vanesa y conectaré contigo a través de todos mis textos.