Los seres humanos hacemos grandes cambios en la vida y como humanos hemos evolucionado mucho a lo largo del tiempo, con la tecnología, las redes sociales, las tendencias de la ropa, etc. Pero una cosa que no ha cambiado durante este periodo de tiempo es el «plazo» esperado para que sentemos la cabeza, nos casemos y tengamos hijos, todo ello antes de que nuestros «relojes biológicos» se agoten.
Tengo más de 20 años y la mayoría de mis amigas tienen relaciones (o relationshits, como me gusta llamarlas). Solía sentir que siempre era yo la que se quedaba atrás o la que acompañaba torpemente a mis amigas en sus citas nocturnas. Por no hablar de que solía llorar descaradamente hasta quedarme dormida por la noche, cuando me daba cuenta de que el único objeto con el que volvía a casa era mi peluche de montar o morir, el Sr. Oats, un caballo por supuesto.
Un día, mientras salía con mis amigas a una necesaria aventura de cata de vinos, me encontré a mí misma y a mis pensamientos en una segunda botella de rosa. No estoy segura de si fueron las burbujas o simplemente un momento de vigilia, pero me di cuenta de que realmente estaba mucho mejor estando soltera que con relaciones. Tuve que darles las gracias a todos por haberme dado cuenta; al fin y al cabo, si no hubiera sido porque se quejaban continuamente de sus falsas relaciones o porque discutían sobre quién tenía el mejor estado de pareja, yo seguiría pensando que sus vidas eran la felicidad mientras que la mía era una mierda.
Esos mismos pensamientos me llevaron a esta misma conclusión: ¡estar soltero a los 20 años es la experiencia más hermosa y liberadora de la vida! Así que, aunque algunos días te sientas desesperado, puedo prometerte que el viaje para encontrarte a ti mismo y a quien realmente eres merece la pena. Te prometo que si eres paciente contigo misma descubrirás que no tendrás que repetir ese círculo vicioso de ser la siempre soltera. Así que si te sientes desesperado o solo, espero que puedas recordar estas 6 maneras de darte cuenta de que estar soltero a los 20 años no es más que puro disfrute.
Tal vez se deba a que no estaba en la relación adecuada, pero a menudo me sentía muy frustrada cuando mi pareja no me felicitaba por mis logros, por grandes o pequeños que fueran. Sin embargo, con el tiempo y estando a solas conmigo misma, he aprendido que la única validación que necesito viene de mi interior. He aprendido a felicitarme cuando me veo bien y a felicitarme cuando cumplo mis objetivos o consigo logros. Realmente soy la única que importa cuando se trata de mí misma.
A menudo, cuando entramos en una relación, perdemos quiénes somos porque nos centramos en satisfacer todas las necesidades de nuestra pareja. Sé que todos hemos pasado por eso y no pasa nada. Sin embargo, si nos tomamos el tiempo necesario para estar solos, podemos profundizar en nosotros mismos y hacernos la importante pregunta… ¿cuál es tu verdadero propósito en la vida? ¿Estás haciendo lo que puedes para cumplir este propósito o vocación?
Siempre es bueno compartir sueños y aspiraciones con la pareja. Sin embargo, tu pareja no puede sustituir tus propios objetivos personales. Para tener una experiencia plenamente amorosa y compartida con otro ser humano, primero debes saber cómo hacerte feliz y realizarte. Si eres infeliz en el trabajo, no esperes que tu pareja llene ese vacío. Tu pareja debe ser ese acento en tu vida, como ese gran par de pendientes.
¡Esta es mi favorita! No tienes a nadie que te impida viajar a ciertos lugares del mundo y no tienes a nadie a quien responder. Si decides levantarte y reservar un vuelo a Tahití, puedes hacerlo. Eres libre de ir a cualquier lugar y en cualquier momento. Si quieres llevar ese vestido especial, hazlo. Si quieres comer en TU restaurante favorito, hazlo. Esa vocecita que solía decir: «Me pregunto si esto le parecerá bien, me pregunto si le gustará, me pregunto si esto encaja con su estilo», ha sido silenciada y sustituida por un grito fuerte, feliz y bullicioso de ser uno mismo.
En el pasado pasaste tiempo escribiendo pequeñas notas de apoyo y comprando ese algo especial para complacerle. Te sentías muy orgullosa de hacerle feliz, de complacerle. Si él era feliz, tú eras feliz. Tu prioridad era complacerle ante todo. Ya no es así. Ahora puedes mimarte a ti misma. Reserva ese día en el spa. Gasta un poco más y cómprate ese vestido que sabes que has estado deseando. ¿Quién dice que los pequeños coches deportivos rojos son sólo para los hombres? ¡Ve a por ello!
Eres capaz de comprender la importancia de la familia y de tener sólo las cosas sencillas de la vida. Sé una cosa con certeza, he encontrado relaciones más estrechas dentro de mi familia y tengo una mejor comprensión de estar agradecido por todo lo que tengo. Ya no tengo que decidir entre él, su familia o la mía. He conseguido volver a conectar con mis hermanos y mis padres de una forma que no podría si él siguiera en el panorama. ¡Incluso tengo una conexión más estrecha con mi dulce perrito!
Así que, si algo de esto te suena a ti… ESTÁS mejor sin él. Una relación puede parecer muy tentadora, pero te animo a que aceptes de verdad la soltería. Todavía eres joven, todavía tienes tu juventud. Adelante, coge esa mierda de reloj biológico y aplástalo contra el suelo. Saca tu teléfono y reserva tu próximo viaje a un lugar que te mueres por visitar. Saca un bolígrafo y un papel y anota todas las facetas de tu vida que te hacen increíble, y de paso haz una lista de todas las formas en que puedes mimarte. Te prometo que si abrazas tu soltería, habrá alguien ahí fuera que esté dispuesto a mimarte y que quiera abrazarte a ti también.
Lucía, nuestra redactora eventual apasionada por la auto expresión. Le gusta escribir sobre todo sobre el amor, la vida y las relaciones en general.