Durante meses, supe que tenĂa que romper contigo. TenĂamos nuestros problemas y las cosas se volvieron demasiado difĂciles de forma regular que quererte ya no era suficiente.
PasĂ© por una serie de excusas sobre por quĂ© debĂamos seguir adelante y me aferrĂ© a mi profundo amor por ti durante todo el tiempo que pude soportar. Pero todo esto me cansĂł. EmpecĂ© a sentir que la vida se escapaba de mi cuerpo y que lo que antes era tan fĂĄcil como respirar se habĂa convertido en lo mĂĄs agotador de mi vida…
No sĂ© cĂłmo llegamos a eso… pero supe que habĂa terminado de comprometer mi cordura.
AsĂ que lo terminĂ©. Con el corazĂłn roto y las lĂĄgrimas cayendo por mi cara hinchada de pasar la noche llorando hasta quedarme dormida, sabiendo lo que me depararĂa el dĂa siguiente. Tristeza, pena y sin saber cĂłmo seguir adelante por mĂ misma. No era feliz contigo… pero estar sin ti me revolvĂa las tripas y me volvĂa la mente loca.
PensĂ© que la ruptura en sĂ misma no podĂa ser mĂĄs devastadora, pero estaba tan equivocada… todo lo que vino despuĂ©s fue como una montaña rusa emocional de la que no podĂa salir. Y lo deseaba tanto…
Me di cuenta de que no existe una salida fĂĄcil. Aunque fuera yo la que te dejara… seguĂa habiendo mucho dolor asociado. El hecho de que rompiera contigo no significaba en absoluto el fin de mi amor. No. El amor sigue ahĂ… no veo que se vaya tan rĂĄpido… pero cuando te das cuenta de que el amor por sĂ solo no es suficiente para mantener unida una relaciĂłn, es cuando tienes que tomar esta devastadora decisiĂłn.
La sensaciĂłn de vacĂo nunca se fue de mi lado. HabĂa un vacĂo palpable en mi vida. Tuve que encontrar nuevas formas de llenar esos vacĂos que de repente tenĂa en mi dĂa. En lugar de verte despuĂ©s del trabajo y pasar la noche acurrucados juntos, viendo pelĂculas y abrazados… tenĂa que encontrar algo nuevo que me preocupara. Pensar en lo que habĂa perdido me hacĂa querer sollozar incontroladamente.
Lo que mĂĄs echaba de menos eran todas esas cosas que entonces parecĂan tan pequeñas y sin importancia, y que se daban por sentadas fĂĄcilmente. Acostarnos en la cama y hablar de nuestros dĂas, sintiĂ©ndonos seguros y protegidos. Tomar nuestro cafĂ© matutino juntos, tĂș leyendo tus secciones deportivas favoritas y enfadĂĄndote cuando los Knicks no lo conseguĂan y yo desplazĂĄndome por mi Instagram, mirando todos los conjuntos bonitos que querĂa comprar.
Ahora no tengo a nadie de quien reĂrme por ponerme demasiado dramĂĄtica por un partido de baloncesto que no tiene ninguna importancia en tu vida. Pero lo que darĂa por experimentar eso una vez mĂĄs y reĂrme de tus reacciones dramĂĄticas, tras lo cual te besarĂa y te dirĂa en broma que lo Ășnico que te permitĂa ser tan apasionado era yo.
Te echo muchĂsimo de menos.
EmpecĂ© a enfadarme conmigo misma por haberte dejado marchar. ÂżHice lo correcto? ÂżO he estropeado aĂșn mĂĄs mi vida al marcharme? Realmente ya no estaba segura. HabĂa momentos en los que estaba tan desesperada por ponerme en contacto contigo que tenĂa que luchar con mi sentido comĂșn a diario. Mi mente me decĂa que habĂa hecho lo correcto, pero mi corazĂłn anhelaba tu cercanĂa. Era insoportable y sentĂa que yo era la Ășnica culpable.
DespuĂ©s de unos meses insoportables en los que no pude afrontar la pĂ©rdida de mi cosa favorita en el mundo, empecĂ© a decirme a mĂ misma todas las razones por las que habĂa que hacerlo. Cada vez que empezaba a echarte de menos, me ordenaba pensar en al menos 3 razones vĂĄlidas por las que me habĂa ido. Con el tiempo, empecĂ© a creerme a mĂ misma y aprendĂ a sobrellevarlo un poco mejor.
Definitivamente fue una de las cosas mĂĄs duras que he tenido que superar y, aunque todavĂa estoy aprendiendo a aceptarlo del todo, tambiĂ©n estoy aprendiendo que a veces hay que escuchar el sentido comĂșn en lugar de seguir ciegamente el corazĂłn.
Seguro que el amor era divino… pero cuando sientes que ya no puede sostener una relaciĂłn sana por sĂ solo, empiezas a darte cuenta de que quizĂĄ, sĂłlo quizĂĄ, hay algo mejor para ti ahĂ fuera.
Y entonces, haces lo impensable. Rompes con Ă©l… soportas esos dolorosos y duros meses que tienes por delante y, cuando los sentimientos son por fin menos intensos, empiezas a ver la posibilidad de una vida fabulosa sin Ă©l. Por fin parece factible y no te permites volver a nada que te haya hecho tan infeliz nunca mĂĄs.
LucĂa, nuestra redactora eventual apasionada por la auto expresiĂłn. Le gusta escribir sobre todo sobre el amor, la vida y las relaciones en general.