Te mereces mucho más que una relación sin pasión

«¡Hazlo con pasión o no lo hagas!» ( Rosa Nouchette Carey)

Esto es válido para todas las cosas de la vida, especialmente para las relaciones. Cuando haces las cosas con pasión, lo haces con esa sensación de alegría y plenitud y con una facilidad increíble.

¿Por qué querrías hacerlo de otra manera?

Cuando piensas en la relación perfecta, probablemente las principales cosas que te vienen a la mente son el amor, la honestidad, el compromiso y la pasión. Lo mejor sería la armonía y el equilibrio entre estos componentes. De alguna manera, a lo largo del camino, las relaciones empezaron a carecer de algunos de los componentes, y la pasión parece ser el que la mayoría de la gente parece despreciar tan fácilmente.

¿Por qué es así?

Están racionalizando demasiado. Se conforman con menos.

Entran en una relación o permanecen en ella porque él es bueno con ellas; en general es bueno; nunca encontrarán a alguien que las trate tan bien como él; las quiere más que a nada, etc.

El error aquí es que se centran demasiado en lo que alguien puede hacer por ellos y no tanto en su parte. Disfrutan de los beneficios y de no tener que devolver mucho de su parte porque otra parte está dando más. Así, acaban atrapados en la situación de malestar.

Se conforman con lo bueno en lugar de buscar lo grande.

Confunden «amor» y «enamorado».

Podemos amar a alguien sin estar enamorados de él. Ese sentimiento de «enamorado» está hecho de nuestra pasión. Y amor es lo que puedes sentir también hacia tus amigos y familiares. Cuando se trata de relaciones, se trata de un tipo de amor diferente, más consumidor.

Nos esforzamos por tener ese sentimiento de amor verdadero, desinteresado e impensado. El amor y el estar enamorado deben ir de la mano o no tendremos nada. Acabamos en relaciones que nos dan comodidad y una sensación de seguridad, pero nunca esa sensación de fuegos artificiales que iluminan el cielo y esa sensación de estar locamente enamorado.

Aunque demos más importancia a la seguridad y a las emociones, no debemos excluir la pasión. La pasión en el sentido de la atracción y el impulso sexual es una parte crucial de la relación.

Ver también:¿Es amor o es deseo, esa es la cuestión?

No podemos excluir ese impulso que nos atrae hacia otra persona. Al menos, no deberíamos excluirlo. Sin ella, podrías empezar a considerar a tu pareja sólo como tu amigo, cuando en realidad debería ser tanto tu amigo como tu amante.

Con el tiempo, las personas que se conforman pueden sentirse incompletas e insatisfechas. Empiezan a preguntarse: «¿Qué pasaría si esperara algo real?».

En definitiva, es difícil generalizar. Los aspectos del amor y la pasión son diferentes para cada individuo. Para algunas personas, la pasión es una parte vital de la relación amorosa, para otras no tanto.

Sólo tú puedes decidir qué es lo que realmente quieres y no te conformes con menos.