¿Alguna vez has sentido que repites o revives el mismo escenario en lo que respecta a tu vida amorosa? La que va cuesta abajo. Aquel en el que tienes los mismos patrones de comportamiento. La causa principal de ello podría ser tu estilo de apego.
El estilo de apego es algo que desarrollamos en nuestra primera infancia y afecta enormemente a nuestra vida adulta posterior. Está causado por la relación que tenemos con nuestros padres o cuidadores.
¿Por qué es importante para ti y tu relación conocer tu estilo de apego?
Identificar tu estilo de apego te ayuda a determinar si eres realmente compatible con tu pareja.
Además, tu estilo de apego determina la forma en que eliges a tu pareja y la forma en que progresa tu relación.
Lo malo es que no puedes conocer el estilo de apego de tu pareja hasta que tengas una relación con ella.
Por ejemplo, muchos manipuladores tóxicos serán encantadores al principio de la relación y no descubrirás su verdadera naturaleza hasta que sea demasiado tarde.
Para poder entender mejor este concepto, vamos a ver los tres principales estilos de apego y los efectos que tienen en tu relación.
1. Apego seguro
Comportamiento de la relación:
Las personas que pertenecen a este estilo de apego son capaces de confiar plenamente en su pareja. No muestran ningún signo de celos o posesividad hacia su pareja.
Ellos y su pareja están seguros el uno del otro y de su relación. No tienen que enviar mensajes de texto ni llamar cuando salen con amigos. Tienen los suyos propios, lo cual es algo estupendo.
Pero lo que es aún mejor es que también tienen la vida que comparten juntos, cosas que hacer solos y amigos comunes con los que salir.
Su relación es sana. No es asfixiante en ningún sentido. Se aman de tal manera que se sienten libres pero, sin embargo, fuertemente unidos.
Influencia de la infancia:
Crecieron en un entorno seguro y cariñoso.Sus padres o cuidadores les enseñaron que siempre estarían ahí cada vez que volvieran a ellos.
Aplican inconscientemente este comportamiento a su relación. No importa el tiempo que pasen haciendo algo sin su pareja, siempre pueden contar con volver a ella.
2. Apego ansioso
Comportamiento de relación:
Este estilo se caracteriza por personas que están llenas de inseguridades y carecen de confianza, principalmente en sí mismas y luego en la relación.
Querrán pasar todo el tiempo en su apartamento y cada vez que su pareja no esté con ellos, se sentirán abrumados por el sentimiento de celos. Son posesivos y controladores.
Temen perder a su pareja si no la ven, por eso no la dejan en paz. Están pendientes de ellos en todo momento.
Te envían mensajes de texto y te llaman cuando estás saliendo con otra persona. No entienden realmente por qué necesitas a otras personas además de ellos en tu vida.
En el peor de los casos, este estilo de apego puede dar lugar a un comportamiento tóxico y abusivo y puede llegar a ser muy peligroso para tu salud mental y física.
Influencia de la infancia:
Alguien que está relacionado con este estilo de apego tuvo una infancia un poco dura. Nunca recibieron realmente lo que necesitaban de sus padres o cuidadores.
No se sintieron seguros ni escuchados. Les faltó atención y, muy probablemente, afecto. Tienen miedo de que su relación sentimental tampoco les dé lo que necesitan.
3. Apego evitativo
Comportamiento de relación:
Como su nombre indica, las personas que tienen este estilo de apego evitan las relaciones. Evitan acercarse demasiado a alguien.
Incluso si entran en una relación, les cuesta mucho superar sus miedos y dar un salto de fe. Pero normalmente, debido a sus arraigados problemas de confianza, esas relaciones no duran mucho.
Entran en una relación creyendo o temiendo que va a fracasar y suele ocurrir así. Es como una profecía autocumplida. Atraen lo que creen.
Así que, en cierto modo, están saboteando sus propias relaciones. No están seguros de sí mismos y en el fondo creen que no son lo suficientemente buenos. Por eso suelen ser pegajosos o necesitados.
Influencia de la infancia:
Por alguna razón, las personas de este estilo estaban realmente desvinculadas de sus padres o cuidadores. Puede ser tanto física como emocionalmente.
No tiene por qué ser que sus padres les abandonaran exactamente; puede que pasaran mucho tiempo en un hospital o en algún lugar donde no pudieran ver a sus padres tanto como necesitaran.
Puede que vivieran en la misma casa, pero que sus padres fueran adictos al trabajo o incluso adictos y no les prestaran suficiente atención.
¿Qué hacer al respecto?
El hecho de que tu estilo de apego sea ansioso o evitativo no significa que no se pueda evitar. Puedes seguir teniendo una relación feliz, sana y duradera, aunque no sea fácil.
Lo mejor es buscar asesoramiento profesional, confiar en el proceso y tener paciencia. Cuanto más extremo sea el apego, más tiempo tardará en sanar.
Es realmente difícil hacer algo por tu cuenta, pero el mero hecho de que conozcas tu estilo de apego te está llevando un paso más cerca de resolver tus problemas.
Todos los días me enfrento a aquello que llaman «amor». Mi nombre es Vanesa y conectaré contigo a través de todos mis textos.