¿Qué es un tipo de eneagrama?
La palabra eneagrama está formada por las palabras ennea (nueve) y gram (diagrama).
Básicamente, este sistema de personalidad divide a todas las personas en nueve grupos, según el tipo de personalidad al que pertenecen.
Puedes hacer un test que te muestra qué tipo eres, basándose en tu forma de pensar y actuar en determinadas situaciones y en tus miedos, esperanzas y emociones.
El reformador
Eres extremadamente crítico y crees que siempre se puede mejorar.
Eres perfeccionista y prestas mucha atención a los detalles, pero tu incapacidad para que todo y todos los que te rodean sean absolutamente impecables te trae muchos dolores de cabeza.
Así que, en lugar de buscar una pareja que asienta con la cabeza cada palabra que dices y que te empuje aún más en tu búsqueda de la perfección, en realidad necesitas a alguien completamente diferente.
Necesitas una persona que te ayude a relajarte y a darte un respiro, alguien que no esté tan obsesionado con las normas como tú y que te enseñe a soltarte de vez en cuando.
El ayudante
Tu mayor cualidad es tu capacidad para ponerte en el lugar de los demás.
Siempre estás lleno de comprensión, compasión y empatía, lo que te convierte en la pareja romántica que casi todo el mundo desea.
Pones todo tu empeño en ayudar a tu pareja a convertirse en la mejor versión posible de sí misma y haces que la misión de tu vida sea salvarle de todos los posibles problemas e inconvenientes que pueda encontrar.
Por tanto, lo que necesitas no es alguien que tenga que ser padre.
Lo que necesitas es una persona autosuficiente e independiente que cuide de ti del mismo modo que tú cuidas de ella.
Necesitas a alguien que tenga su vida resuelta y a alguien que sea tu igual en una relación, que vigile a las personas inmaduras que buscan orientación y que están en busca de alguien que les dé un propósito a su vida.
El intérprete
Tus objetivos y ambiciones son lo más importante de tu vida.
Probablemente estés obsesionado con tu carrera y en la búsqueda constante de la mejora.
Sin embargo, tu mayor problema es tu constante necesidad de la aprobación y la admiración de los demás.
Te gusta complacer a la gente y tienes el deseo de caerle bien a todo el mundo, lo cual es, por supuesto, totalmente imposible.
Así que, en lugar de buscar una pareja que te alabe y te bese el culo todo el tiempo, céntrate en las personas que te recuerdan que sólo eres humano.
Quédate con quien te ayude a ver que el fracaso no es un gran problema y con quien te quiera igual en lo mejor y en lo peor.
El romántico
Sigues a tu corazón allá donde te lleve y eres un romántico empedernido.
Dejas que tus sentimientos te lleven por la vida y ahí no hay mucho espacio para los asuntos de la mente.
Por tanto, lo que necesitas es una pareja que comprenda tu lado sensible pero que tampoco te deje perder el contacto con el mundo real.
Alguien que no intente cambiarte para que te adaptes a unos estándares de citas modernos, pero también una persona que tenga la capacidad de ser tu comprobador de la realidad.
El Observador
Si perteneces a este tipo de eneagrama, no te pierdes nada de lo que ocurre a tu alrededor.
Tienes una increíble capacidad para darte cuenta de cada pequeña cosa que te rodea y eres un pensador certificado.
Por lo tanto, necesitas una persona que te obligue a salir de tu mente.
Alguien que te saque de tu hábito de sobreanalizar cada detalle y alguien que te inspire a emprender alguna acción concreta en lugar de limitarse a hacer planes al respecto.
El escéptico leal
Cuando se trata de ti, utilizas tu intuición para leer a la gente.
Confías en tu instinto cuando se trata de tomar decisiones en la vida y de determinar si alguien merece tu amor y tu atención.
Además, cuestionas todo y a todos. Tienes muchas dudas sobre ti mismo, lo que te hace ser muy cuidadoso y a veces escéptico.
Por tanto, lo último que necesitas es una persona que apoye o alimente tus miedos. En cambio, la persona adecuada para ti es la que consigue persuadirte para que te expongas y alguien que te muestra que los riesgos emocionales son los que hacen que la vida merezca la pena.
El entusiasta
Eres optimista, espontáneo y tienes una visión positiva de la vida.
Incluso cuando pasas por el peor escenario, esperas salir ileso de él y siempre buscas lo positivo.
Tu atención pasa rápidamente de una cosa a otra y posees una energía increíble, por lo que puedes estar activo simultáneamente en más de una habilidad vital.
Tu objetivo final en la vida es disfrutar de cada aliento que tomas y divertirte mientras lo haces.
Sin embargo, necesitas una persona que te haga crecer, a pesar de tus ambiciones de seguir siendo siempre un niño.
Alguien que te enfrente al hecho de que la vida no siempre es un camino de rosas y que, a veces, simplemente tienes que enfrentarte a tus problemas en lugar de huir de ellos.
Necesitas una persona que te enseñe que las emociones negativas también forman parte de la experiencia humana y que no es necesario reprimirlas.
El protector
Tu personalidad alfa te convierte en un líder nato.
Estás ahí para arreglar los problemas de todo el mundo, para tener las cosas claras en todo momento, para asumir responsabilidades y para estar siempre al mando.
A pesar de lo que puedas pensar, lo último que necesitas es una persona que se tumbe a descansar mientras tú sales a salvar el mundo.
No necesitas a alguien que confíe en tu fuerza interior; necesitas a alguien que te haga comprender que no hay nada malo en ser débil de vez en cuando.
Necesitas una persona en la que puedas confiar lo suficiente como para mostrar tu lado vulnerable sin miedo a que te utilicen. Alguien que te proteja y cuide de ti, para variar.
El mediador
La armonía y la paz son lo más importante para ti. Desprecias los conflictos y los dramas y estás dispuesto a hacer lo que haga falta para evitarlos.
Precisamente por eso necesitas una pareja romántica que desafíe todas tus visiones del mundo y tus actitudes.
Necesitas una persona que te muestre que está bien decir lo que piensas, sin miedo a insultar a alguien y, lo más importante, alguien que te muestre que los conflictos y las discusiones pueden ser productivos y beneficiosos.
Todos los días me enfrento a aquello que llaman «amor». Mi nombre es Vanesa y conectaré contigo a través de todos mis textos.