Así es como dejarás que tu equipaje emocional arruine tu próxima relación

Se necesita una enorme cantidad de valor y fuerza para terminar con una relación tóxica y emocionalmente abusiva que no te hace feliz. Algo así no ocurre de la noche a la mañana. Es un proceso doloroso y se necesita mucha autointrospección, amor propio y poder para alejarse de alguien que te está haciendo daño.

Cuando finalmente lo consigues, cuando te deshaces de la relación que te hace daño, crees que has hecho todo el trabajo. Crees que estás más que preparada para seguir adelante con tu vida y que has superado por completo al hombre que te ha causado tanto dolor.

Siento ser quien te decepcione y te lo diga, pero la verdad es que tu proceso de curación no termina ahí.

La verdad es que es posible que aún lleves mucha carga emocional cuando entres en una nueva relación. Y lo peor es que a veces ni siquiera eres consciente de las cosas a las que te aferras, incluso años después de tu dolorosa ruptura.

Cuando terminas una relación tóxica, lo único que quieres es olvidar que ha existido. Y piensas que la mejor manera de hacerlo sería involucrarte con alguien nuevo, alguien que te ayude a superar al tipo que te ha hecho daño.

Pero, lamentablemente, ésta no es siempre la mejor receta para la felicidad. Porque hay veces en las que, en realidad, no has superado todo lo que te pasó y sólo te mientes a ti misma diciendo que lo hiciste.

No me malinterpretes: esto no significa que sigas queriendo a tu ex. Sólo significa que las cicatrices de todo lo que te hizo están todavía frescas, independientemente de lo que puedas pensar.

Lo sé porque esto es algo por lo que he pasado. Permití que el bagaje emocional de mi relación anterior arruinara algo hermoso que empecé a construir con un chico nuevo que conocí.

Y todo ocurrió porque el momento no era el adecuado. En realidad, todo ocurrió porque mi momento no era el adecuado: obviamente no estaba preparada para empezar algo nuevo, pero no quería admitirlo ante mí misma.

Cuando conocí a este chico, estaba entusiasmada y emocionada porque por fin me había permitido que me gustara alguien nuevo.

Me había demostrado que podía hablar con otro chico, que podía encontrarlo atractivo y que incluso podía enamorarme de alguien que no fuera mi ex.

Y al principio, me convencí de que estaba aún más enamorada de lo que realmente estaba.

Me sentía como si estuviera en la cima del mundo porque por fin había conseguido superar a ese hombre de mi pasado que me había hecho tanto daño.

Pero cuando la emoción inicial desapareció, todo lo de mi pasado apareció en la superficie.

Ahora me doy cuenta de que tuve un trauma por abandono.

Siempre buscaba señales e indicios de que mi novio me dejaría de la misma manera que mi ex.

Empecé a dudar de mi propia valía, porque mi ex consiguió convencerme de que no era ni sería nunca lo suficientemente buena o digna del amor de alguien.

Y si me dejó después de todo lo que pasamos, ¿qué impedía que este tipo hiciera lo mismo?

Estaba convencida de que me engañaría, igual que mi ex.

Que todo iría bien entre nosotros y que, de repente, le vería con otra mujer.

Esto ocurrió porque mi ex se esforzó en convencerme de que el engaño está en la sangre de todos los hombres y que es casi natural. Y consiguió convencerme.

Aunque no tenía motivos para dudar de la fidelidad de mi nuevo novio, eso era exactamente lo que estaba haciendo todo el tiempo.

No podía creer que existiera un hombre que me fuera fiel, cuando había tantas mujeres más bellas e inteligentes a su alrededor.

Durante mucho tiempo, este tipo intentó ganarse mi confianza. Fue paciente y trató de demostrarme que me quería y que no tenía motivos para preocuparme.

Pero yo no podía creerle. Sabía que mis temores eran irracionales, pero en el fondo estaba convencida de que se esforzaba en nuestra relación sólo para poder meterse en mi piel.

Y cuando por fin lo consiguiera, cuando por fin le mostrara mi amor, vería que podía tratarme como quisiera.

Y al final, me rompería el corazón, igual que hizo mi ex.

Después de un tiempo, se cansó de mí y se fue.

Y no puedo decir que le culpe.

Me culpo a mí misma por no haber afrontado esta carga emocional a tiempo y por pensar que se iría, si hacía como si no existiera.

Me culpo por no dar a este chico la oportunidad de demostrar que estoy equivocada.

Me culpo por permitir que mi relación tóxica arruine mi oportunidad de ser feliz.

Me culpo por no saber más y por permitir que mi ex manipulador se metiera en mi cabeza y me controlara incluso después de que me dejara.

Me culpo por permitir que la carga emocional de mi pasado tenga un impacto tan grande en mi nueva relación.