Tres palabras-ocho letras-¡qué reto! Por alguna razón, es una de las frases más difíciles de decir. Esto no significa que no ames o no te importe ese chico por el que estás loca desde hace unos meses, pero algo te hace pensar que eres demasiado tímida para decirlo en voz alta, o tienes demasiado miedo de que te vean como una persona vulnerable, o te convences de que no estás en condiciones de decir nada sobre tus sentimientos.
Nadie puede obligarte a utilizar estas tres palabras, pero, con suerte, hay muchas otras formas de demostrar que sí te importa de todos modos.
Una palabra es una palabra, un sonido es un sonido, pero lo que realmente importa son las diferentes cosas que dices y las que haces que demuestran tu intención y atención a ese hombre que adoras sinceramente.
1. Sé tú misma
No te preguntes si le das lo suficiente o no. Nunca debes intentar comparar lo que das con lo que recibes. Esto es obvio, ya que tiene que ser un juego limpio. Pero si te parece natural estar ahí para la persona a la que estás unida, cada vez que te necesite, cada vez que te pida, ¿por qué ibas a actuar de forma diferente?
2. Dale algo de tu tiempo
Dedícale tiempo, sobre todo si es lo que quieres. Tómate el tiempo para conocerle cuando no le estés escribiendo en ese momento; cuando no estés pensando en él en ese momento.
¿Es dependencia si sientes la necesidad de verle sólo para alegrar tus días -si no los suyos- y si apenas puedes pasar un día sin verle en persona?
Bueno, se llama tener un afecto profundo, profundo, profundo. Todo está bien si tú y él estáis en la misma onda y tenéis expectativas similares de esta relación que es la vuestra.
3. Sé atenta y comparte tus mejores consejos
Escúchale cuando necesite desahogarse contigo y no te importe darle consejos cuando te pida ayuda. Asegúrate siempre de explicarle las cosas de forma cuidadosa y completa. Así no habrá malentendidos y nadie acabará perjudicado.
Sal de tu camino cuando sepas que realmente te necesita en un momento determinado. Es justo que lo hagas porque probablemente él haría lo mismo por ti.
4. Sé agradecida y házselo saber
Dale las gracias por lo que hace, por lo que te da, por lo que te dice y por lo que es. ¿Por qué? A lo largo de tu vida conoces a una gran variedad de personas diferentes. Algunas te tratan como reyes y reinas, otras te tratan como nada. Así que, cuando reconoces que ese tipo sí te respeta a ti y a la persona que eres, parece lógico que le des las gracias.
5. Habla con los ojos
Como probablemente hayas oído antes, los ojos son las ventanas del alma. Por tanto, míralo de la forma más genuina que puedas hacer. Míralo con asombro si te apetece, pero no tengas miedo si él lo ve en tus ojos. De todos modos, ¿por qué deberías tener miedo de amar o de mostrar tu amor? Es un poco complicar las cosas cuando en realidad pueden ser mucho más sencillas.
6. Tu comunicación es tu mejor herramienta
Tus palabras sobre tus sentimientos hacia él deben ser naturalmente agradables, amables, solidarias, positivas y, en general, honestas cuando llegue el momento de interactuar con él. Sí, la mayoría de tus actos (como tus mensajes) deben ser maravillosamente dulces, pero no te quedes callada si necesitas hacerle saber algo. No te lo calles sólo por él.
Preocuparse por él significa también ser realista con él, así que atrévete a decir algo cuando sea necesario. Sin embargo, presta atención a la forma en que articulas tus pensamientos. Tienes que elegir escrupulosamente las buenas palabras porque no quieres herirle a propósito.
Esfuérzate siempre más si sientes que la relación atraviesa una zona de turbulencias. ¿Cómo? Habla; ábrelo de forma muy inteligente y tranquila; pero intenta no gritar. La paciencia es algo difícil de mantener, pero cuando la utilizas, en realidad ahorras mucho. Ahorras tu energía, ahorras tu mente y ahorras tu relación.
7. Tened conversaciones profundas sobre los dos
Te importa esa relación, por lo que te preocupan sus condiciones y su futuro. Es entonces cuando tienes que jugar limpio, previniéndole de las posibles reacciones o situaciones que puedan ocurrir: las duras, las que pueden herir vuestros vínculos, las que a nadie le gusta hablar, pero que forman parte del mundo real.
Esto no significa que no confíes en él, que no creas en la relación que compartes con él, significa que sabes lo que es y lo que se necesita para manejar una relación sincera.
¿Por qué harías eso? Para asegurarte de que no vas a formar parte de todas esas personas que cortan una relación porque no pudieron superar algunas crisis diversas. Una relación dura si ambas partes trabajan juntas, porque sí, es un trabajo en equipo. Por lo tanto, tenéis que hablar de vosotros dos.
8. Pídele ese único favor
Tienes que pedirle que te detenga si te pasas de la raya, si alguna vez le haces daño, si alguna vez le ofendes, porque lo más probable es que nunca hayas querido hacerlo. Porque eres una persona, cometes errores y no pasa nada. Es la naturaleza humana. Todo el mundo lo hace, y puede que él también lo haga, pero si no quieres meter la pata con él, deberías pedirle ese favor.
Al final, puede que no seas la única que tenga miedo de pronunciar la frase de tres palabras y ocho letras o de utilizar las palabras específicas para compartir tus sentimientos con él. Esto especialmente durante los primeros meses. Merece la pena intentar que cualquier relación sea duradera, y dependiendo de la forma en que te inviertas en ella, puedes hacer que funcione.
de Mathilde Clemence Personne
Todos los días me enfrento a aquello que llaman «amor». Mi nombre es Vanesa y conectaré contigo a través de todos mis textos.