Las rupturas siempre son difíciles de manejar y afrontar. Nunca entramos en una relación esperando que llegue a su fin. Cuando nos enamoramos, decidimos dar partes de nosotros mismos a esa otra persona.
Estamos dispuestos a hacer concesiones y sacrificios, todo porque creemos en ese amor para toda la vida. Por lo tanto, es completamente normal sentirse devastado y roto una vez que esa relación llega a su fin.
Pero, ¿y si te dijera que hay otra forma de afrontarlo? ¿Que hay más cosas de las que estar orgulloso que de las que llorar?
Si has pasado por un infierno propio recientemente y todavía estás intentando encontrar una forma de asimilarlo todo y seguir adelante, lee la lista que aparece a continuación y comprueba que has hecho algo jodidamente bueno por ti mismo y por tu propio bienestar.
1. Puedes volver a conectar con tus seres queridos
Cuando dedicamos nuestro amor a una persona, también dedicamos nuestro tiempo y nuestra vida. Así que, ahora que has decidido alejarte y ponerte en primer lugar, puedes volver a conectar con tus amigos y familiares.
Y te darás cuenta de que sólo porque os separasteis durante un tiempo, en realidad nunca separasteis también vuestros corazones. Ellos seguirán teniendo un lugar para ti en sus vidas y te darán todo el apoyo que necesitas en este momento.
2. Puedes volver a ser espontánea
Sin pensar en lo que pensaría la otra persona, puedes seguir tus sueños y pasiones. Si te apetece salir de fiesta toda la noche y hacer senderismo todo el día, no hay nada que te lo impida -excepto quizás tu trabajo, pero eso sigue siendo algo que puedes manejar.
Sin embargo, cuando te preocupas constantemente por si le vas a molestar o cabrear, no hay forma de que puedas disfrutar.
Aunque tengas algo de tiempo para ti, sigues pensando en él y en sus necesidades. Ahora, por fin ha llegado el momento de que hagas lo que tu corazón desee.
3. Puedes poner toda tu atención en ti misma y en tu propio bienestar
Si necesitas semanas para recuperarte, puedes tomarlas. Si necesitas un tiempo a solas para procesar toda la tortura por la que has pasado, puedes tomártelo.
No tienes que ocuparte de nadie y por fin puedes centrarte en tu propia felicidad. Porque tú también te mereces la felicidad.
Te mereces tener a alguien que te apoye y te quiera. No alguien que te agote emocionalmente. Y ahora es el momento de que vuelvas a ser dueña del mundo.
4. Puedes volver a respirar
Por fin has dejado ese aire y esa atmósfera intoxicados en los que has estado atrapado. Dejaste atrás los juegos mentales y el infierno emocional para salvar lo que queda de ti. Y aunque ahora te duela, aunque sientas que nunca volverás a ser feliz, lo harás.
Créeme: el dolor es un motivador infernal y no hay nada que te empuje con más fuerza que el propio dolor.
5. Tu nivel de exigencia y tus expectativas aumentan
Has aprendido qué tipo de amor no quieres tener. Ahora nunca te conformarás con el amor y los juegos a medias de alguien. Nunca te conformarás sólo porque se espera de ti o porque tienes miedo de estar sola.
Porque has aprendido por las malas que es mejor estar solo que estar con la persona equivocada. Supongo que puedes darle las gracias por haber elevado tus estándares y expectativas.
6. Encontraste tu fuerza y tu valor
Te negaste a conformarte y te alejaste cuando alejarte era lo más difícil y lo que más miedo daba.
Eso requiere muchísima fuerza y cuando esos pensamientos intrusos empiecen a perseguirte y a decirte que eres un derrotista, recuerda que simplemente no merece la pena luchar por algunas personas.
A veces, por mucho que lo intentemos y luchemos, algunas cosas no están destinadas a funcionar.
7. Tienes que volver a abrazar tu independencia
Es hora de que encuentres tu camino de vuelta y de que lo recorras sola. Sí, parece que da miedo estar sola después de haber estado con alguien durante tanto tiempo, pero lo hiciste mucho antes de conocerle y puedes volver a hacerlo.
Atravesaste el infierno y te hiciste amiga del diablo; no hay razón para que no lo vuelvas a hacer.
8. Has descubierto lo que quieres y lo que mereces
Y eso no es él. Ese no es alguien que miente y engaña, alguien que es incapaz de comprometerse y amar como tú te mereces. Y ahora, sabes que mereces más que alguien que te hace esperar y preguntarse si eres suficiente.
Te mereces algo más que juegos tóxicos y cicatrices en el corazón. Y deberías estar muy orgullosa de haberte dado cuenta y haber seguido buscando tu propia felicidad.
9. Consigues redescubrir quién eres
El amor tiene una forma de cambiarnos, a veces para bien y otras para mal. El amor verdadero nos hace prosperar juntos y convertirnos en las mejores versiones de nosotros mismos. Pero el tóxico se lleva trozos de nosotros y nos deja destrozados en pedazos, boqueando y recogiendo lo que queda.
Y tienes una nueva oportunidad de reconstruirte, de redescubrir quién eres. Algunas personas nunca tienen esa oportunidad porque el miedo las ata y las deja atrapadas en su propio infierno. Aprovecha la oportunidad que tienes y saca lo mejor de ella.
10. Consigues aprender a quererte de nuevo
Consigues volver a enamorarte de ti mismo. Con esas cicatrices que cuentan la historia de tu supervivencia y tu prosperidad. Con esa increíble fuerza tuya y ese fuego que arde dentro de ti.
Consigues enamorarte de ese nuevo tú que luchó contra el dolor y el miedo. Que alguien no haya sabido apreciarte no significa que no seas perfecta. No significa que no estés destinada a ser adorada.
Todos los días me enfrento a aquello que llaman «amor». Mi nombre es Vanesa y conectaré contigo a través de todos mis textos.