Ella sigue ahí, pero eso no significa que vaya a quedarse. Ahora se conforma con lo que tú le des. Y seamos sinceros: no le estás dando mucho: mensajes esporádicos aquí y allá, respondiendo a sus mensajes sólo cuando es conveniente, cancelando tus planes en el último momento, pasando el tiempo justo con ella y sin invertir demasiado.
Estás ahí y no estás ahí al mismo tiempo. Le das lo justo para que se aferre a ti. Y ella lo hace por ahora. Quizá no exactamente tú, pero sí la idea de ti, de lo que podrías ser, de lo que podríais tener los dos. Ella se aferra al potencial de lo que podría ser si dejaras de obstaculizar tu felicidad.
Estás dando trozos a alguien que lo merece todo y ése es tu mayor error.La perderás antes de que te des cuenta si sigues así. Se cansará de ser la última en tu lista mientras ella te ha puesto en primer lugar todo el tiempo.
Una vez que esté completamente agotada de dar y no recibir nada a cambio, la perderás para siempre. Verás que el amor es una calle de doble sentido y ella se dará cuenta de que todo viene de su parte. Se dará cuenta de que ya no tiene nada que dar porque lo ha dado todo. Lo ha intentado todo y no ha conseguido nada.
Se rendirá aunque le rompa el corazón hacerlo. Será más fuerte que ella misma y más fuerte que todo lo que la mantiene unida a ti. Romperá esas cuerdas porque llegará un momento en el que se dará cuenta de que está sola aunque aparentemente estés ahí. Esos destellos de felicidad no podrán disminuir toda la tristeza que le estás provocando.
Sé que crees que ella está ahí para quedarse pase lo que pase. Pero incluso ella tiene sus límites. No puede soportarlo todo. Este «un paso adelante, dos pasos atrás» que tienes en marcha la alejará. La falta de amor, atención y afecto será algo que ella tendrá que dejar de perdonarte.
Aunque nunca le pediste perdón, ¿verdad? Lo diste por sentado junto con todo lo demás que te daba. Actuaste como si el hecho de que ella aguantara tu mierda fuera lo más normal del mundo. Por eso ni siquiera eres consciente de que todo está llegando a su fin.
Ella dejará de esperar. Dejará de esperar. En su lugar, empezará a prestar atención a lo que ocurre ahora y dejará de hacerse ilusiones sobre el futuro. Te verá por lo que eres en lugar de por lo que podrías ser. Y en el momento en que eso ocurra, la perderás para siempre.
Sé que te darás cuenta de todo cuando sea demasiado tarde. La echarás de menos. Lamentarás cada cosa mala que hayas dicho y cada momento de alegría que le hayas robado. Intentarás contactar con ella, pero tus llamadas quedarán sin respuesta. Le enviarás un mensaje de texto, pero nunca te responderá. Le suplicarás que te dedique tiempo, pero no le quedará ninguno para ti.
Y no, no se vengará de ti ni hará las mismas cosas que tú le hacías para herirte. Esto ya no tendrá nada que ver contigo. Simplemente decidirá ponerse a sí misma en primer lugar. Se resistirá a ponerse en contacto contigo porque sabe que sólo le traerá dolor.
Ya lo ha intentado todo. Ha invertido su tiempo y energía en algo que nunca será. Se quedó más tiempo del que debía, con la esperanza de que entraras en razón y finalmente la vieras y apreciaras todo el amor que te tiene. Una vez que ella decida irse, no habrá vuelta atrás.
Desgraciadamente, eso no significará que te haya superado, sino que está en camino de conseguirlo. Empezará a sanar. Aprenderá a enamorarse de nuevo de sí misma. Reconstruirá su vida. Descubrirá que es más fuerte de lo que se creía.
Seguirá amándote, pero para entonces aprenderá que eso no es suficiente. Nunca volverá a conformarse con algo unilateral. Nunca volverá a conformarse con algo a medias, especialmente con el amor. No volverá porque las lágrimas que ruedan por su cara le duelen menos que las que tenía mientras estaba contigo.
Todos los días me enfrento a aquello que llaman «amor». Mi nombre es Vanesa y conectaré contigo a través de todos mis textos.