No eres tan necesitado. Eres muy flexible y comprensivo. Cuando conozcas a alguien, trabajarás en esa relación y agradecerás haber encontrado a alguien a quien amar.
Eres muy emocional y comprendes que los demás también tienen necesidades. Cuando tu pareja necesite espacio, se lo darás porque sabes que tú también necesitas el tuyo. En definitiva, eres una gran novia.
Quieres que te dejen en paz. Eres de espíritu libre y aventurero. Para ti, la vida es una gran aventura que hay que explorar. No te gusta estar atado.
Si tu pareja entiende eso, no te meterás en sus asuntos. Le dejarás en paz porque él te deja en paz y es una situación en la que ambos salís ganando.
Te guardas las emociones para ti. Eres bastante cerrado en ese sentido, lo que a veces puede ser un problema.Pero, una vez que estás relajado y empiezas a confiar en alguien, eres una persona muy agradable para estar con él.
Eres relajado y encantador y no eres prepotente ni mucho menos celoso. Valoras tu tiempo a solas y lo único que pides es tener algo de espacio.
Eres una persona con la que es fácil llevarse bien, pero hay algo que no debes hacer. Como no te gustan los conflictos, a menudo finges que los problemas no existen y esperas que desaparezcan.
Bueno, eso no va a ocurrir y puede causarte un problema a largo plazo. Aparte de eso, eres una persona bastante asombrosa y fácil de llevar y, en el lado positivo, simplemente disfrutas de estar en una relación.
Cuando estás en una relación, lo das todo. Una persona tan emocional y cariñosa como tú tiene mucho amor que dar.
Lo único que pides en una relación es que te devuelvan al menos parte del amor y el cariño que das. Puesto que lo das todo y más, en realidad no es mucho lo que se puede pedir a cambio.
Tienes dos caras realmente confusas y a veces tu pareja simplemente no sabe qué esperar de ti. A veces no puedes decidir realmente lo que quieres, lo que resulta un poco exigente.
Eres una persona bastante excitante y es divertido estar contigo, pero a veces tu pareja simplemente no sabe lo que quieres o qué hacer para que estés satisfecha.
Quieres a alguien que esté a la altura de tus exigencias. Eres muy trabajador en lo que respecta a tu carrera y te fijas objetivos que quieres alcanzar.
Por eso le pides lo mismo a tu relación. No son normas elevadas ni ridículas, pero por ello eres un poco exigente, sobre todo con alguien que no comparte tu visión de la vida.
Realmente anhelas la atención y el afecto, pero lo bueno es que das todo lo que tienes a tu pareja. Eres muy cariñoso y no quieres que a tu pareja le falte nada mientras tengas una relación con ella.
Pero el lado malo y de alto mantenimiento que tienes es que realmente pides mucho a cambio. Pero, seamos sinceros, te mereces el amor que quieres a cambio.
Tu mayor problema es que te aburres fácilmente. Quieres emoción en una relación y odias que las cosas se estanquen. Eres un tipo de persona aventurera y no se te puede ignorar fácilmente.
Eres de alto mantenimiento porque tu otra mitad tiene que tener cuidado de que no te aburras. Si lo hace, está fuera de la relación. Y hace falta mucho tiempo y mucho trabajo para que esto no ocurra.
Simplemente esperas demasiado de una relación. Sueles ser el tipo de persona que quiere tenerlo todo bajo control y quiere que las cosas sean perfectas hasta el último detalle.
Quizá puedas actuar así con las cosas, pero cuando se trata de personas, no puedes esperar que sean perfectas porque nadie lo es. Probablemente se esfuerzan por hacerte feliz, pero no te conformas con que lo intenten, lo quieres todo.
Tienes unas expectativas muy altas de tu pareja en una relación, pero así eres tú. Eres extremadamente apasionado con todo lo que haces y con la persona con la que sales.
Así que es lógico que esperes lo mismo a cambio. No todo el mundo puede estar a la altura. Además, eres demasiado exigente, pero te sales con la tuya gracias a tu pasión.
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Tu ego es enorme. Siempre quieres ser el centro de atención. Pero, por otro lado, una vez que alguien merece tu amor y te lo demuestra, te dedicarás a él el resto de tu vida.
No es fácil complacerte porque esperas que tu pareja te conceda todos tus deseos, pero si lo hace, estarás agradecida y, admitámoslo, tú también te lo mereces.
Lucía, nuestra redactora eventual apasionada por la auto expresión. Le gusta escribir sobre todo sobre el amor, la vida y las relaciones en general.