No te sorprendas un día cuando mires a tu alrededor y veas que ya no está para ti. No te sorprendas cuando la llames y no coja el teléfono. No te sorprendas cuando ya no seas la primera persona a la que llama cuando le ocurre algo malo. No te sorprendas cuando deje de contar contigo. La conclusión es que fuiste tú quien le demostró que no te tenía realmente.
Le demostraste que no podía contar contigo.
Nunca estuviste ahí cuando te necesitó. Deberíais haber sido compañeros, pero la dejaste hacer todo el trabajo mientras tú te relajabas. La dejaste nadar los océanos sólo por ti y no moviste ni un dedo por ella.
Todas sus batallas las tuvo que librar sola. Todo lo que le hicieron en su vida, tuvo que manejarlo sin ti. ¿Y sabes por qué? Porque le demostraste que no podía contar contigo. Entonces no tuvo más remedio que manejarlo sola.
Le demostraste que no debía echarte de menos.
Le hiciste sentir que nunca la echabas de menos. Nunca sintió que su ausencia fuera notada por ti. Nunca te vio reaccionar asustado ante la idea de perderla. Nunca le dijiste lo que significaba para ti ni que debía estar presente en tu vida. En realidad, le mostraste todo lo contrario. Le mostraste que no te importaba que te echara de menos o que te anhelara.
Le demostraste que no debía elegirte.
Seguiste eligiendo a otros en lugar de a ella. Seguiste dando tu tiempo a otros en lugar de pasarlo con ella. Nunca te esforzaste de verdad en demostrarle que ella era la que realmente querías, así que ¿qué crees que pudo concluir de eso? Le demostraste que no debía seguir poniendo en el primer lugar de su lista a alguien que ni siquiera la puso en su lista.
Le demostraste que realmente no te importa.
Has estado insensible y ajeno a sus necesidades durante demasiado tiempo. Nunca te preocupaste de invertir en la relación tanto como ella. Ella era la que siempre hacía un esfuerzo adicional por ti y nunca se quejaba de nada. Pero pronto dejaste claro que ella caminaba kilómetros por alguien a quien no le importaba nada. Entonces, ¿por qué iba a seguir recorriendo kilómetros por alguien que ni siquiera se lo merecía? No debía hacerlo. Así que dejó de hacerlo.
Le demostraste que no la quieres de verdad.
Los que aman no se comportan como tú. Los que aman tratan a la persona que aman con respeto. Los que aman se aseguran de que su amor sea visible, no juegan, no hacen que la otra persona se pregunte si es amada o no. Los que aman se ocupan de las personas que aman. Si amas, no es la persona que amas.
Le has demostrado que está mejor sola.
Contigo a su lado debería sentirse como la única mujer del mundo. En cambio, tus acciones la hicieron dudar de su valía. El modo en que la tratabas le hizo sentir que, hiciera lo que hiciera, no era lo suficientemente bueno para ti. Nunca sintió que te preocuparas por ella o que la quisieras.
Después de un tiempo, ella se dio cuenta de que sólo estabas derribando su confianza. Después de un tiempo, se dio cuenta de que sólo estabas arrastrando su espíritu hacia abajo. Al cabo de un tiempo, se dio cuenta de que estaba nadando en el océano por alguien que no estaba dispuesto a hacer lo mismo. Al cabo de un tiempo, se dio cuenta de que ella era la única que lo intentaba, de que se esforzaba tanto por el tipo equivocado, por el tipo que no era bueno para ella. Tú fuiste quien le demostró que estaba mejor sola.
Así que, por favor, no te sorprendas cuando ella ya no esté ahí para ti. De todos modos, nunca estuviste ahí para ella.
Lucía, nuestra redactora eventual apasionada por la auto expresión. Le gusta escribir sobre todo sobre el amor, la vida y las relaciones en general.