Los hombres de hoy en día piensan que las mujeres están para servirles de una u otra manera, sin que se les enseñe nunca que tratar bien a una mujer puede beneficiarles a ellos también. Nos miran llorando, se rompen en pedacitos y nunca se exponen para hacernos felices.
Sus padres nunca les enseñaron cómo ser un caballero y cómo tratar bien a una mujer. Les vieron discutir y separarse, pensando que sólo así se puede tratar a una mujer y seguir siendo amado. Pero es mucho más que eso.
Tratar bien a una mujer no es nada difícil. No queremos que nos bajen las estrellas del cielo ni que se vayan al otro lado del mundo para complacernos. Queremos que nos traten con respeto, amabilidad y cuidado. ¿Pedimos demasiado?
Hazle un regalo de vez en cuando. Piensa que no te está pidiendo que te gastes todo tu sueldo en un anillo, incluso una flor del borde de la carretera está bien, siempre que te acuerdes de hacer algo bonito para ella. ¿Crees que las mujeres cogen tus sudaderas sin motivo? Las cogemos para tener un trocito de ti con nosotras mismas, ya que queremos tenerte cerca.
Pero ten en cuenta que los mejores regalos que puedes hacernos son tu tiempo y tu esfuerzo. Nos aburriríamos de ti si estuviéramos juntos 247 porque también tenemos nuestra propia vida que atender. Pero dedicar un par de horas al día para estar a nuestro lado no debería ser para tanto, ¿verdad?
Hay que entender nuestras emociones. Es bien sabido que las mujeres son montañas rusas emocionales que no tienen fin. No te pedimos que lo entiendas todo, porque a veces tampoco nos entendemos a nosotras mismas. Lo sentimos todo tan profundamente que empieza a doler y queremos que entiendas que es así. No es nada malo, sólo forma parte de nuestra naturaleza.
Trátala como si aún estuvieras intentando conseguirla. Imagina que no está locamente enamorada de ti y lo que harías para hacerla feliz. Imagina todas las cosas que hiciste para conseguir su corazón. La trataste mucho mejor entonces que ahora y no puedes negarlo. Sólo dale suficientes motivos para que se quede enganchada para siempre mientras te esfuerzas. El esfuerzo no mata, ¿sabes?
Y no te olvides de escuchar. Sabemos cómo resolver todos los problemas de nuestra vida por nosotros mismos. Sólo queremos saber si te importa lo suficiente como para escuchar lo que tenemos que decir. Quiero saber si intentas arreglar el problema o arreglarme a mí. Sé que es malo jugar a este tipo de juegos, pero para una mujer es muy importante saber que estás ahí para nosotras.
Construye la confianza y no la destruyas. Creía que esto no hacía falta decirlo, pero sigo pensando que es crucial, así que aquí está: ¡no la engañes! Se merece algo mejor que eso. Demuéstrale que puede confiar en ti y demuéstrale que serás suyo para siempre. Porque, créeme, si la engañas una vez, no tendrás otra oportunidad.
Recordatorio rápido: No nos ocultes nada. Lo descubriremos o lo habremos sabido siempre. No te haces ningún favor guardando un secreto.
Cuídate. Por mucho que queramos que estés ahí para nosotros, queremos que te cuides. Ocúpate de tus propias responsabilidades y sabe cuándo has tenido suficiente. Haz todo lo que sea necesario para mantenerte segura de ti misma, siempre que no nos perjudique. Seguro que no queremos un hombre cuya vida gire en torno a nosotras. Haz algo bueno para ti cada día, porque también nos estás haciendo un favor. Sé amable contigo misma.
Ámala. Quiérela incondicionalmente, plenamente, de verdad, con todo el corazón. Porque si la amas de verdad, nunca la tratarás con falta de respeto y nunca la harás sentir miserable. Ámala y no te contengas. No importa lo que digan los que te rodean, ella es tuya y tienes que demostrarle que te importa. Así que ámala.
Todos los días me enfrento a aquello que llaman «amor». Mi nombre es Vanesa y conectaré contigo a través de todos mis textos.