A toda chica enamorada del chico equivocado

Te mereces levantarte por la mañana y no cuestionar el amor de la persona que está a tu lado. Te mereces hablar con libertad, de forma alocada y apasionada, y no pensar ni por un segundo que las palabras que brotan de tus labios de puchero están aburriendo a la persona que pretende escuchar. Te mereces el tipo de amor, la clase de pasión salvaje que sólo ha existido en las novelas de «Nicholas Sparks» y en tus sueños más descabellados.

Ojalá él fuera eso para ti. Ojalá no te hiciera cuestionar quién eres o quién vas a ser. Ojalá él te proporcionara la red para atraparte cuando tengas ganas de romperte. Ojalá él no fuera el catalizador de tu corazón roto. Ojalá él no fuera la razón por la que te desmoronas. Ojalá él no te hiciera llorar, ni te dejara atrás. Ojalá no te hiciera dudar del amor, porque en realidad el amor es algo muy hermoso.

Y sé que un día lo encontrarás. Y ese amor, será cálido, y será acogedor. Te dejará resplandeciente porque el amor real es el tipo de amor que mereces tener y que has merecido tener todo el tiempo. Merecías el amor real mientras te sentabas en tu habitación a puerta cerrada. Merecías amor real mientras le contabas la misma historia a tu mejor amigo durante horas y horas. Te merecías amor de verdad durante las peleas y cuando sus palabras te hacían sentir, aunque fuera por un minuto, menos de lo que deberías sentir por ti misma.

Él no es lo que te define y ahora mismo, en este preciso momento, sé que es difícil dejarlo ir. La imagen de lo que podría ser, de lo que prometió ser, se queda contigo; perdura. Yo era como tú. Me aferraba a la imagen del hombre que quería que fuera: fuerte, protector, cariñoso, pero nunca fue nada de eso para mí. La mayoría de las noches sólo fingía. Me cansé de quedarme dormida sola en un California King, viendo cómo se desmoronaba nuestro amor y, durante un tiempo, luché contra ello. Intenté convencerme de que seguir juntos merecía la pena. Intenté convencerme de que todas las relaciones tienen momentos difíciles.

Pero esto no era una mala racha. Mi amor, me golpeó. Me violó. Me hizo cuestionarme a mí misma. Me hizo odiarme a mí misma. Me hizo jurar que la vida nunca mejoraría y, durante un tiempo, acepté el tipo de amor que creía merecer.

Por favor, no pierdas tanto tiempo como yo teniendo demasiado miedo de buscar una oportunidad de ser verdaderamente feliz. No te menosprecies. No te desvalorices. No te convenzas de que estás bien con un tipo de amor -o de vida- inferior.

El amor real requiere valor y esfuerzo. Requiere que elijas qué tipo de amor y qué tipo de vida te definirán en última instancia. Elige la felicidad. Elige al hombre que va a ver saltar chispas cuando le sonrías. Elige al hombre que baila contigo sin música, que te dice que te quiere porque lo dice en serio, no porque cree que es lo que quieres oír en ese momento. Elige el amor primero. Decide que no tienes más remedio que mostrarte el tipo de amor que sabes que mereces de alguien que te inspirará, te apreciará y querrá lo mejor para ti mientras el tiempo se detenga. Ese amor empieza por ti. Y te prometo que ese tipo de amor real, esas chispas… te encontrarán. Y cuando lo hagan, estarás preparado.

byCourtney Dercqu