El amor es algo misterioso. En un momento, consume cada fibra de tu ser, y es como si no existiera nada en el mundo más que la otra persona. Todo lo que quieres es ahogarte en el océano de su amor.
Otras veces, es más difícil. Sientes que eres muy difícil de amar, pero no sabes por qué. Sientes que algo no está bien en ti, pero no consigues dar con la clave de lo que es.
Te sientes como un extraño en tu propio cuerpo, y sólo quieres gritar a pleno pulmón, pero no lo haces. No quieres arriesgarte a perderlo.
Esos son los momentos que constituyen la encrucijada de tu relación. Esos son los momentos que decidirán si vosotros dos tenéis lo que hace falta para capear las tormentas que se acercan a vuestra relación. Ahora es cuando lo dais todo y no os rendís el uno al otro.
Habrá momentos en los que será difícil que te quieran. También habrá momentos en los que él será igual. Esos son los momentos que definen vuestra relación. ¿Qué harás cuando deje de ser fácil? ¿Qué hará él?
¿Qué pasará cuando el sol deje de brillar en vuestra relación y haya nubes oscuras en el horizonte? ¿Cuando lo que antes era algo tan fácil se convierta en lo que hace tan difícil quedarse?
Últimamente, he sentido que soy una persona difícil de amar. He estado pensando en qué es lo que ocurre en una persona que complica algo que debería ser tan fácil. ¿Por qué es tan sencillo y natural quererme cuando estoy en mi mejor momento, cuando todo es sol y arco iris?
¿Y por qué es tan difícil aceptar que junto a mi lado bueno, el que tanto amas, viene uno oscuro? Un lado que no es tan agradable, pero que está ahí. Y si lo ignoras, o me ignoras cuando me consume, ¿no es como ignorar una parte de mí? ¿Una parte de algo que me hace ser quien soy?
Y me he dado cuenta de que no es justo. No es justo que me pidas que sea la novia sonriente y feliz cuando estoy cerca de ti y no me permitas ser un desastre cuando me siento así. ¿No eres tú quien debe estar a mi lado en los buenos y en los malos momentos?
¿No eres tú la persona con la que debería sentirme más cómoda?
Es una mierda que no sea así. Apesta que tenga que avergonzarme y ocultar una parte de mí que no es la que tú quieres. Apesta que siempre encuentre excusas para ti y para tu trato de mierda hacia mí. Probablemente por eso estoy escribiendo esto en primer lugar.
Escribo para ayudarme a mí misma a darme cuenta de que está bien dejar que mi nube oscura se cierna sobre mí cuando llega. Porque sé que se irá. Sólo tengo que soportarla durante un tiempo, y entonces estaré mejor. Pero no lo suficientemente bueno para ti, supongo.
Pero no pasa nada. He aprendido a vivir conmigo misma y a aceptar que no siempre va a ser un camino de rosas. No siempre va a ser fácil como te gustaría que fuera. No siempre va a ser fácil estar cerca de mí, pero no pasa nada.
Ahora sé cómo aceptarlo, lo que debería facilitarme encontrar a alguien que también pueda hacerlo.
Sólo quiero decirte una última cosa.
Ya ni siquiera estoy enfadada contigo. Sólo me decepciona que no hayas sido capaz de aceptarme a mí, con equipaje y todo, como lo hice contigo. Nunca te pedí que cambiaras. Nunca te pedí que no estuvieras triste a mi lado. Y nunca sentí la necesidad de hacerlo.
Eso es el amor. Y no me conformaré con menos.
Puedes enviar tu egoísta culo lejos de mí. Por fin he aprendido a abrazarme en su totalidad. Las partes buenas Y las malas.
¿Y sabes qué? Soy más feliz que nunca.
Todos los días me enfrento a aquello que llaman «amor». Mi nombre es Vanesa y conectaré contigo a través de todos mis textos.