No permitas que tu corazón roto dicte tu futuro

No estamos hechos para estar solos. Estamos diseñados para tener a alguien con quien podamos contar, alguien con quien podamos compartir nuestros secretos más profundos, alguien que nos quiera tal y como somos.

Por eso la vida puede ser difícil si la recorres tú solo. Cuando tienes una persona especial en tu vida, cualquier problema puede parecer menos preocupante porque tienes a alguien que estará ahí para ti pase lo que pase.

Sin embargo, si esa persona especial se aleja de ti, esto puede crear un profundo dolor de corazón. Quizá tu pareja haya muerto, te haya engañado o simplemente haya dejado de quererte.

Sea cual sea el motivo, te queda un dolor que no puede desaparecer, por mucho que lo intentes. Te quedas con una tristeza y una decepción que no merecías.

La enorme decepción puede provocar graves problemas de corazón. Verás, un corazón es como un motor y si lo haces funcionar demasiado y lo maltratas, acabará por dejar de funcionar y morir.

Además, el sufrimiento puede conducir a una vida autodestructiva. Dejarás de perseguir la vida con vigor y fuerza. Y si dejas que la angustia destruya tanto tu salud mental como tu salud física, puedes morir.

¿Realmente quieres que esto ocurra?

¿Realmente quieres que tu vida termine?

Debes tener en cuenta que ya has pasado por muchas de las miserias de la vida. Ya has visto esas partes crueles del mundo. Pero has sobrevivido. Todavía estás aquí.

Todavía existen esas partes hermosas del mundo que aún no has experimentado. Hay cosas buenas que se acercan a ti y de las que quizá ni siquiera seas consciente porque estás constantemente de mal humor y sintiendo lástima de ti mismo.

Las conversaciones casuales con otras personas o simplemente el hecho de encontrar algo que te proporcione alegría diaria puede hacerte pasar el día. Y con cada día te curarás. Por supuesto, habrá días en los que te sentirás mal. Pero eres más fuerte de lo que crees. No eres una perdedora.

Puedes superar cualquier dificultad que se te presente. No dejes que el desamor te impida alcanzar todo tu potencial.

Tenéis que saber, todas las bellas damas y caballeros de ahí fuera, que este mundo sería un lugar mejor si se utilizaran vuestros talentos y conocimientos.

No dejes que nadie te quite la felicidad. Lo más importante de todo es no dejar que nada te quite la vida.

Te mereces vivir y un día te darás cuenta de que la vida puede ser realmente hermosa. Y la próxima vez que te sientas triste, respira hondo y di: «¡No, hoy no! Hoy elijo ser feliz».