Nos han enseñado que no hay amor sin un poco de drama y vivimos según este mantra. Seguimos entrando y (peor aún) permaneciendo en relaciones, engañándonos a nosotros mismos con que es amor y que hay que aceptar algunos compromisos para que funcione.
Lo que nadie nos ha dicho es que los compromisos son una mierda.Te pones de acuerdo en algo que ninguno de los dos quiere realmente o te dejas llevar por la corriente y decides obedecer a tu pareja, pensando que es algo que tienes que hacer porque es amor. Pero no lo es.
Aquí tienes algunas formas de saber si tu relación es amor o si es obsesión. Si es obsesión o celos, debes salir cuanto antes. Sigue leyendo para ponerte a tono.
No le gusta que publiques tus selfies en Instagram. Odia que algunas personas al azar comenten tus fotos y si pudiera, cerraría todos vuestros perfiles y seguiríais comunicándoos por mensajes.
Tiene problemas con tu forma de vestir. Aunque ya te vestías así antes de que os juntarais, de repente le molesta tu camisa ajustada, no le gusta el largo de tu vestido y ese maquillaje es demasiado.
Son un problema. ¿Por qué necesita pasar tanto tiempo con ellos y cómo es que tiene tantos «amigos varones»? No es que no confíe en ti, sino que no confía en ellos. También es un hombre: sabe cómo piensan los hombres y que sólo quieren una cosa de una chica: es imposible tener amigos varones.
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No entiende que realmente necesitas tiempo para ti y por eso te lo niega. Puedes relajarte con él, no hay necesidad de que te aísles, ¿no te encanta pasar tiempo con él?
¿Por qué tienes que ser amable con todo el mundo? ¿Por qué tienes que saludar a todas las personas que conoces y te encuentras por la calle? No entiende por qué tienes que ser tan amable. Odia que hables con otras personas en la calle, independientemente de su sexo.
Te pide que compruebes tu teléfono y tiene la osadía de leer tus mensajes. Aunque no te escribas con otro chico, leerá todos los mensajes que tengas con tus amigos y revisará tu galería para encontrar algo sospechoso.
Vayas donde vayas, él también viene. Se siente invitado a todas partes y siente que puede estar contigo mientras tú estás con tus amigos o primos, etc.
Está en todas partes y está completamente pegado a ti: no puedes deshacerte de él. Lo más probable es que tus amigos empiecen a evitaros a los dos porque no se han apuntado a salir con él también.
El comportamiento de tu pareja no puede justificarse con «es amor», porque no lo es. Se ha vuelto pegajoso y se ha metido en todos los poros de tu vida. No puedes respirar el aire sin que él quiera formar parte de él. En el momento en que le pides espacio, se produce un estallido de drama y te acusan de que tus sentimientos se están enfriando y de que ya no le quieres. Porque si lo hicieras, pasarías cada minuto de tu día con él.
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Tiene una fijación contigo y eso no te llevará a ninguna parte. Olvidará cómo ser independiente. Olvidarás lo que te gusta, y cambiará a lo que nos gusta a nosotros.
Los celos no son saludables. La obsesión no es amor. Las personas que terminan en este tipo de relaciones obsesivas suelen acabar emocionalmente dañadas. Estas dos cualidades pueden parecer que condimentan tu relación, pero si esto es lo que «calienta» tu relación, entonces estás en una equivocada.
El amor no está destinado a ser una lucha. No tienes que renunciar a lo que eres para que funcione. La pareja adecuada te aceptará tal y como eres, no intentará adaptarte a su diseño. Eso te convertiría en su muñeca, no en su novia. Has nacido humana y no un juguete. Tenlo en cuenta la próxima vez que obedezcas sus deseos.
Lo que ocurre en la cama es el fiel reflejo de nuestra vida externa a ella. La especialista Erica nos cuenta algunos trucos y consejos.