Darle otra oportunidad significa darte otro disgusto

Sé que le quieres. Sé que, por encima de todo, quieres que las cosas entre vosotros funcionen.

A pesar de que tu mente te dice lo contrario, tu corazón quiere creer que él cambiará. A pesar de que tu mente te dice que miente, tu corazón quiere creer en sus promesas y justificaciones vacías.

Desde este punto de vista, no puedes imaginar tu vida sin este hombre a tu lado. Sigues perdonándole cosas que sabes que no deberías.

Sigues mirando hacia otro lado cuando comete un error, con la esperanza de que algún día vuestra relación sea diferente. Dejas que te mienta, y lo que es peor, te mientes a ti misma, confiando en él.

Así que sigues dándole segundas oportunidades. Sigues rezando para que esta vez sea la última, para que esta vez vuelva a ti como un hombre nuevo, como el hombre que quieres y necesitas que sea.

Que esta vez, las cosas se pondrán por fin en su sitio; que verá que tampoco puede vivir sin ti y que por fin aprenderá a apreciarte y respetarte.

Por supuesto, cada vez que vuelve a las andadas, te prometes a ti misma que ésa fue la última vez que caíste en sus engaños; la última vez que te humillaste aceptándolo.

Sin embargo, antes de que te des cuenta, te encuentras de nuevo en el interminable círculo de las rupturas y las reconciliaciones; en el interminable círculo de sus mentiras y tus esperanzas; en el interminable círculo de las interminables segundas oportunidades que él siempre encuentra la forma de arruinar.

No te preocupes, no seré una listilla que intente decirte que es fácil rechazar a un hombre por el que estás loca porque, sin duda, es una de las cosas más dolorosas y valientes que tiene que hacer una mujer.

Sé que suplica, que llora y que no te deja en paz hasta que le dejas volver a arrastrarse por tu vida. Por supuesto, todo eso hace que las cosas sean mucho más difíciles para ti.

Olvidar a un hombre que amas ya es bastante difícil. Sin embargo, olvidarle mientras sigue apareciendo en tu puerta y pidiendo constantemente otra oportunidad parece imposible. Pero se puede hacer.

Sólo tienes que darte cuenta de que cada vez que le das otra oportunidad a ese chico, en realidad le estás dando luz verde para que siga rompiendo tu corazón. Cada vez que lo aceptas de nuevo, le estás dando permiso para alejarse de ti cuando le apetezca.

Le estás demostrando que no te vas a ir a ninguna parte, que haga lo que haga, estarás allí mismo donde te dejó, esperando pacientemente a que vuelva su lamentable culo. Que, haga lo que haga, siempre encontrarás la forma de perdonarle.

Que, por mucho que te haga daño, siempre seguirás queriéndole.

Cada vez que le das otra oportunidad, le estás mostrando a este hombre que estás perfectamente bien con la situación en la que os encontráis porque, seamos sinceros, no estás haciendo mucho por cambiarla. Le estás mostrando que su comportamiento es aceptable y que no hay nada de malo en ser un gilipollas egoísta.

Cada vez que le das otra oportunidad, le demuestras que puede contar contigo en todo momento y en todas las ocasiones; que siempre serás su red de seguridad y su plan de respaldo.

Y lo que es peor, que tu estatus en su vida no te molesta en absoluto. Le estás demostrando que estás satisfecha con las migajas que te ha dado y que siempre desearás más.

Y lo que es más importante: cada vez que le das otra oportunidad a este tipo, le estás demostrando que no tienes respeto por ti misma. Le estás diciendo que no valoras tu tiempo, tus esfuerzos y tus sacrificios.

Le estás demostrando que tus lágrimas obviamente no importan, ya que puedes olvidarte de ellas fácilmente. Que todos los disgustos que te ha hecho pasar no son tan importantes porque siempre estás dispuesta a cuidarle, como si no hubiera pasado nada.

Cada vez que le das otra oportunidad a este hombre, le estás demostrando que no te quieres a ti misma, ya que estás más que dispuesta a hacerte pasar por todo ese dolor una y otra vez.

Entonces, dime una cosa: si no te quieres ni te respetas a ti misma, ¿por qué iba a hacerlo él?