Nos enamoramos y nos desenamoramos. Nos duele. Riendo y prosperando, mientras estamos enamorados. Luchando y esperando, creyendo y huyendo. Todo forma parte de la vida, todo forma parte del amor. Pero entonces, está ella. Una mujer que sufre, que tiene miedo al amor. La que nunca fue una prioridad, siempre una segunda opción. La que no sabe lo que se siente al ser la única opción de alguien, el todo de alguien.
Sabe lo que se siente al quedarse sola. Sin previo aviso, sin tiempo para prepararse. Sabe lo que se siente al ser sólo una parada en el camino, cuando ella quería ser el destino final. Por eso, sus temores aumentan a medida que pasa el tiempo. Te amará como nunca te han amado. Te amará de todo corazón, con ese amor loco que la agota, pero sigue siendo feliz. Porque así es como ama. No se guarda nada cuando lo hace. Pero una vez que la noche llegue a la esquina, se quedará sola con sus pensamientos, con oscuros demonios del pasado, advirtiéndole que te irás. Diciéndole que una vez más, ella será una elección que no harás. Y ella pasa cada segundo de su tiempo preguntándose cuánto falta para que te vayas.
Ella sabe lo que se siente al ser apartado. Conoce el dolor de ser sólo un caramelo para el brazo, algo para matar el tiempo. Conoce el dolor de amar y no ser correspondido. De darlo todo para no recibir más que dolor a cambio. Y sigue amando, incluso cuando todo le grita que no lo haga, sigue haciéndolo. E incluso entonces, no espera que te quedes. Incluso cuando le prometes tu amor, esperará a que te vayas. Incluso cuando le digas que ella es todo lo que has estado esperando, no te creerá. Porque antes le prometieron amor. Antes le dijeron que era la única y antes la dejaron. La rompieron y la magullaron, pero aun así decidió no levantar sus muros. Es que tampoco está construyendo sus esperanzas.
Sabe lo que se siente al ser traicionado. Cómo se siente cuando te prometen amor para toda la vida, sólo para verlo salir por la puerta. Lo que se siente al ser un juego más, un sketch más en el repertorio de alguien, cuando ella quería ser la obra principal. Cuando ella quería ser ese espectáculo de Broadway, uno al que él admirará y ovacionará. En cambio, la dejaron de lado. En cambio, no fue más que una actriz de fondo en lo que se suponía que era el espectáculo de su vida. Así que dale tiempo para que confíe en tu amor. Dale tiempo y razones para que crea en tus promesas.
Ella conoce el poder de las palabras, así que dale acciones en su lugar. En lugar de prometerle la felicidad, estate a su lado cuando la pena llame a la puerta. Abrázala fuerte y comparte el silencio con ella cuando te lo pida. En lugar de decirle que es hermosa, haz que lo sienta. Besa cada centímetro de su cuerpo y ama cada una de sus cicatrices. Porque ella misma aún no sabe cómo amarlas, aún no ha aprendido lo hermosa que es. La versión de ella que ves está oculta por las sombras del pasado, por las traiciones y el dolor pasados. La mujer de la que te enamoraste es una mujer que no puede ver. Así que ayúdala a abrir los ojos.
Ella sabe lo que se siente al ser el último recurso, así que haz que sea tu prioridad. Haz que se pregunte cómo ha podido pensar que no es suficiente. Hazla sentir que es la única mujer viva porque se lo merece. Se merece sentirse amada y deseada. Se merece ese tipo de amor de la mañana de Navidad y alguien que cumpla su palabra. Se merece a alguien que vea sus defectos y los bese. Alguien que arregle su corazón roto y la haga sentir hermosa. Se merece saber qué se siente al ser la prioridad de alguien.
Mi nombre es Romina y llegué a la conclusión de que escribiendo puedo ayudar a muchas más personas. Así que aquí estoy, en onlyligue