Lo harás. Lo sé… Lo sé, ahora mismo te duele. Sé que te sientes rota, maltratada e incapaz de reunir la energía necesaria para salir siquiera de la cama. Sé que no hay nada que pueda decir o hacer que te consuele. Pero este dolor que sientes en este momento, que parece que va a consumirte, pasará. No antes de que se haya salido con la suya, no antes de que te haya hecho sentir todo lo que tienes que sentir, pero con el tiempo, se desvanecerá en el pasado y se convertirá en parte de lo que te hace ser quien estás destinado a ser.
Una vez que el dolor te haya liberado de sus garras, te escupirá un poco más fuerte y un poco más receloso. Creerás que el amor es el enemigo. Que el amor es, en última instancia, la causa de toda esta agonía y jurarás que no lo harás. Jurarás a Dios y a cualquiera que te escuche que NUNCA volverás a amar. Que no dejarás que nada ni nadie te vuelva a poner en ese lugar. ¿Quién puede culparte? Te costó mucho sobrevivir a ese dolor, ¿por qué querrías volver a hacerlo? ¿Cómo puedes siquiera imaginar que tu corazón se abra de nuevo?
Yo he estado ahí. En ese lugar en el que el amor parece tu enemigo y tu corazón un arma que se usa contra ti. Pero no es así. Estás destinado a amar y a ser amado. Tu corazón está destinado a llenarse de alegría y felicidad. El amor no te rompió. El amor no te abandonó. Lo hizo. Y ahora se ha ido. Deja que cargue con toda la culpa, y deja el amor para ti. Deja que la persona que no te amó sea la causa de tu dolor, y deja que el amor sea la solución. Deja que el amor sea lo que te cure.
Empieza con algo pequeño si tienes que hacerlo, ama tu taza de café favorita que lleva vida líquida a tu boca y te calienta el alma en una mañana fría. Ama tu cama que te hace sentir como si flotaras en una nube cuando necesitas escapar de las presiones del día. Ama la forma en que tu gato se acurruca contigo por la mañana.
Mira todas las cosas que amas y la alegría que esas cosas te proporcionan. El amor no te hizo daño. El amor no te hizo llorar. El amor te da mil razones para ser feliz cada día. No culpes al amor porque te hizo mal. Él no es el amor. Sólo es un imbécil que no sabía lo que tenía, y eso es culpa suya, no del amor.
Antes de que renuncies al amor y prometas que no volverás a hacerlo… fíjate en todas las cosas que tienes en tu vida que sí amas= tu familia, tus amigos, tú misma. No te quitó el amor. No te hizo incapaz de reunir esa emoción. Todavía amas, y volverás a amar.
El amor,Una chica que creía que no volvería a amar… hasta que me di cuenta de que nunca había dejado de hacerlo.
byTia Grace
Todos los días me enfrento a aquello que llaman «amor». Mi nombre es Vanesa y conectaré contigo a través de todos mis textos.