La adicción al amor es un asunto serio, y si hay una mínima posibilidad de que estés luchando contra ella, deberías seguir leyendo.
Mucha gente no le da importancia a esto, pero los que utilizan el amor para sustituir todas las demás carencias de su vida merecen encontrar su final feliz.
Al igual que ocurre con los adictos (a las drogas, al alcohol, etc…) es posible que tú también estés utilizando la idea del amor como sustituto de algo que te puede faltar en la vida, pero que no quieres afrontar.
Te subes a este «tren del amor» y sigues persiguiéndolo porque bajarte no es una opción.
Tienes miedo de dónde te dejaría, y no estás seguro de cómo funcionarías solo.
Y por eso utilizas a los hombres para que te mantengan ocupada y desvíen tu atención de las mierdas serias que están pasando en tu vida y a las que no quieres enfrentarte todavía.
Eres incapaz de conectar emocionalmente con un hombre, por eso saltas de una aventura sin sentido a otra y te dices a ti misma que es amor y que está totalmente bien. Pero en realidad no lo es.
La adicción al amor puede cobrar vida propia, y puede desordenar totalmente tu vida al no permitirte encontrar tiempo para ocuparte de lo que hay que ocuparse.
Tienes un serio problema con la intimidad emocional, y tu adicción al amor lo está dificultando.
Pero hay mucho más que eso. Aquí tienes 4 señales de que sólo utilizas el amor como un apaño para no tener que enfrentarte a la vida real y a los problemas reales:
1. Tienes que estar en contacto constante con la persona cuyo amor estás utilizando como apaño
Siempre llevas el teléfono encima, y estás constantemente comprobando si su nombre aparece en tu pantalla.
Si no lo hace, tienes que enviarle un mensaje de texto, aunque sólo sea para decirle: «¿Qué pasa?».
Para ti es inconcebible no tener noticias suyas durante todo un día. Te hace sentir paranoica y ansiosa, y simplemente necesitas tu dosis.
No puedes mantener conversaciones con otras personas. Estás tan concentrada en recibir un mensaje suyo que es difícil concentrarse en otra cosa.
Tus otras relaciones (con amigos, con la familia) se resienten debido a tu necesidad obsesiva de tu dosis, y ni siquiera te importa remediarlo.
Lo único que quieres es a él, y no te importa lo que piensen los demás.
Esto es una clara señal de que hay algo que te preocupa seriamente en tu interior, ya sea tu necesidad insatisfecha de una conexión más profunda o tu miedo al rechazo.
Sea lo que sea, está haciendo que te vuelvas loca por la idea del amor que crees tener con este chico, porque crees que mejorará todo por arte de magia.(No lo hará.)
2. Vives bajo la falsa creencia de que esa otra persona es la solución a todos tus problemas más profundos
Al igual que con cualquier otra adicción, ésta te hace pensar que tu dosis de amor es la solución real a tus problemas que no quieres afrontar de frente.
Te pierdes en este supuesto amor, asegurándote que va a mejorar todo. Pero no lo hará.
¿Sabes que dicen que la hierba siempre es más verde en el otro lado? Pues este es tu principal problema.
Persigues una fantasía escurridiza, mientras te convences de que está al alcance de la mano, pero nunca consigues atraparla del todo a tu gusto.
Sólo mejora las cosas durante ese momento concreto. Nunca dura.
Nunca te hace sentir mejor una vez que se va, y te deja en una condición aún peor que antes.
Mucha gente lucha contra la soledad, y eso es lo que les hace perseguir cosas para sentirse menos solos.
Simplemente eres incapaz de estar con tus propios pensamientos porque sabes que te corroerán, así que eliges cruzar a la adicción al amor para no tener que lidiar con las cosas adecuadamente.
3. Te valoras en función de la opinión que los demás tienen de ti
Las personas que luchan contra las adicciones suelen encontrarse en una encrucijada en sus vidas.
Suelen estar en transición de un capítulo de su vida al siguiente, y la opinión que tienen de sí mismos es más frágil durante ese tiempo.
Todavía no están muy seguros de quiénes son y de cuál es su propósito, por lo que deciden dejar que las opiniones e impresiones de los demás sobre ellos afecten a la forma en que se ven a sí mismos.
Esto es un error, pero también es lo principal que te hace entrar en la sobrecarga y te convierte en tu tipo de adicción.
Crees que sólo mereces lo que una persona irrelevante considera que mereces, y ésa es la causa de tu espiral descendente que te llevó a esta adicción al amor.
4. Cruzarás ciertas líneas para conservar a esa persona, incluso hasta el punto de manipularla
Cuando una persona se empeña tanto en mantener a su pareja a su lado, sin importar hasta dónde esté dispuesta a llegar, ya no es amor, sino un patrón de comportamiento destructivo al que has recurrido en tu adicción al amor tóxico.
Recurrir a la manipulación y a otras tácticas similares significa que has empezado a pisar un terreno peligroso que probablemente acabará rompiéndose debajo de ti.
Cuando tu comportamiento cambia a peor y acabas actuando de forma completamente distinta a ti mismo, es el momento de preguntarte qué es lo que te ha llevado a este punto.
Has sustituido el amor, la honestidad y el respeto por la manipulación, la mentira y un comportamiento controlador.
En lugar de intentar encontrar una conexión emocional, estás saltando de un sustituto a otro, sin permitirte experimentar la soledad.
Y ése es precisamente tu principal problema.
Tienes que aprender a estar bien por ti misma, para poder trabajar en arreglar tu adicción al amor que ya no te hará mendigar desesperadamente tu dosis.
Sólo entonces podrás sanar y trabajar en tu recuperación.
Lo que ocurre en la cama es el fiel reflejo de nuestra vida externa a ella. La especialista Erica nos cuenta algunos trucos y consejos.